DVD: "Duplicidad", la otra cara del espionaje corporativo

El interés del guionista Tony Gilroy por las intrigas corporativas parece estar transformándose en una incipiente obsesión en sus primeros pasos como director, ya que luego de su éxito con "Michael Clayton" -por la cual fue nominado al Oscar tanto como realizador y guionista-, su segundo trabajo es esta cinta en tono de comedia que nuevamente se entromete en las "suciedades" de las grandes transnacionales.

Si en "Michael Clayton" hincó sus dientes en las compañías químicas y la manipulación de reportes sobre los efectos secundarios de un nuevo medicamento, aquí se mete de lleno en el espionaje corporativo a través de dos agentes gubernamentales -Julia Roberts y Clive Owen- que, luego de conocerse fortuítamente, deciden pasarse al ámbito privado para llevar a cabo un plan que les genere las suficientes ganancias como para vivir lujosamente por el resto de sus días. Unos 40 millones de dólares bastarían.

Sin embargo, ambos personajes son verdaderas máquinas diseñadas para manipular, armar estrategias y derechamente mentir, para así conseguir sus objetivos. La confianza mutua se hace difícil y las sospechas no sólo son con sus empleadores o compañeros de labores, sino que derechamente entre ellos. Parece ser una batalla de diálogos agudos y juegos mentales que dejan al espectador sin saber quién realmente es el que está manejando los hilos de la operación, qué es verdad y qué es mentira, quién es el títere y quién el titiretero.

Gilroy, quien ganó renombre adaptando las novelas de Robert Ludlum para la trilogía del agente Jason Bourne, en su salto como director muestra un especial respeto sobre su oficio original: guionista. Los diálogos cobran importancia y marcan en gran parte el ritmo de la película, cuya gran diferencia con el espía Bourne, es que aquí toda la historia se desarrolla sin desenfundar ningún arma. No hay disparos, no hay explosiones. Todas son intrigas, engaños y puzzles sin pólvora de por medio.

Si bien la película no busca reinventar la rueda -o el género-, precisamente sobresale por sobre la media por prescindir de la explosión fácil y jugársela por el carisma de sus protagonistas, sumado a una notable elección de secundarios: Tom Wilkinson y Paul Giamatti, quienes interpretan a los CEO's de dos grandes compañías multinacionales con rencillas personales. Una cinta ágil, con esbozos de herencia del cine de Hitchcock, aunque a veces se ahoga con su excesiva cantidad giros.

Video

La presentación de la imagen se entrega en un lúcido formato de pantalla ancha (2.35:1), preferente -aunque no exclusivo- para pantallas anchas. La paleta de colores claros, con una que otra saturación, es respetada con alta calidad y permite disfrutar la película sin ningún tipo de distracción por ripios visuales. Los menús de navegación están en inglés y español.

Audio

La edición incluye dos pistas de audio, la original en inglés y el opcional doblaje al español, ambos en formato Dolby Digital 5.1. Pese a ser una película de acción, no hay explosiones o balaceras, por lo que el los efectos de sonido son más limitados. Así se puede disfrutar con claridad de los diálogos -pieza clave para mantener el tono cómico de la cinta- y la banda sonora que insinúa cierto tono latino. Se ofrecen subtítulos en español e inglés (closed captions).

Material extra

Podría criticarse que la edición en DVD no trae más que un adicional, pero la calidad de éste y el tratamiento que se le ha dado es loable. La película incluye una pista de audiocomentarios con el director/guionista Tony Gilroy y su hermano menor John Gilroy, montajista/coproductor. Al contrario de otros DVD's, la pista incluye subtítulos, por lo que se hace fácil seguir el análisis que hacen escena a escena durante toda la película. Los subtítulos en los audiocomentarios no son tan comunes en las ediciones locales, por lo que es un plus que vale la pena destacar. La versión estadounidense también trae como único extra el audiocomentario, por lo que no hay nada que "envidiar" a una edición importada probablemente a mayor costo.

Los hermanos Gilroy hacen un interesante diálogo durante la película, apuntando parceladamente cada una de los aspectos de la producción, desde el origen de la cinta -los siete años que pasó deambulando su guión, incluyendo las manos de Spielberg y Soderbergh- hasta la última etapa de montaje. Se entregan datos interesantes de cómo la cinta fue cambiando mientras se hacía y una serie de anécdotas que hacen que las dos horas de charla de los directores no sean ni densos ni monótonos.