Su inicio en el subterráneo de una tienda de discos en el ya lejano 1994, un pionero festival de rock alternativo en 1998 en la discoteca Blondie que terminó en la fuga del empresario con la recaudación, un show frente a trescientas mil personas en la segunda Fiesta de la Cultura del año 2000 en el capitalino Parque Forestal. Ya hay algunos hitos únicos e irrepetibles guardados en el historial del grupo chileno de rock Sintra. Al contrario, sólo les faltaba hacer lo que hace la mayoría. Grabar un disco.
Ahora la tarea está cumplida. A quince años de su aparición, el quinteto que hoy forman Rodrigo Otero (voz y guitarra), Víctor Hernández (teclados), María Luz Lula Cuadros (saxo), José Luis Saavedra (bajo) e Ítalo Arauz (batería) lanzará su álbum Sintra este jueves 22 en Santiago (ver recuadro). Es el primer registro oficial tras una serie de grabaciones de prueba en los años '90, y tras el paso de Otero por Santos Dumont y de Otero y Saavedra por los disueltos Casanova, entre otros grupos.
-Para mí no es el primer disco -precisa de hecho Rodrigo Otero-. He grabado muchas cosas con Sintra, pero ninguna de ellas dio cauce a un disco con todo. Sacábamos muy pocas copias, era de mano en mano, no había lanzamiento.
-Más que nada lo veo como un tema moral -agrega José Luis Saavedra-. No puede ser que una banda como ésta no tenga un disco.
-Igual tiene su cuota de sentimentalismo -retoma el guitarrista-, mandar un disco a las calles después de tantas cosas por las que hemos pasado en estos ¿cuántos?... catorce años.
Más crudo y lanzado
También es tiempo suficiente para que Sintra haya cambiado hasta de estilo, entre el rock inglés de sus inicios y el soul que les gusta ahora, como explica Rodrigo Otero.
-Escuchamos mucha música soul y usamos un poco ese formato: estrofa, coro rápido, pum, coro pegado, estrofa y salir de coro arriba. Es más alejado de (el sello de música soul estadounidense) Motown, que es más ordenadito, limpio, más grandioso y orquestado, con muchas voces. Queríamos ensuciar un poco. Esas raíces están en (los sellos) Atlantic o Stax.
-Esos son los sellos. ¿Y qué músicos de Atlantic o de Stax?
-Otis Redding. Booker T. & The M.G.'s. Bandas de sonido más crudo.
-De todos modos ya tienen una saxofonista, para sonar más fino.
Otero: Y nos encantaría tener un cuarteto de bronces.
Saavedra: Y dos negras haciendo coros.
Otero: Sería increíble. Pero para allá vamos.
La pasada de los dos músicos por Casanova durante la carrera de ese grupo, desde su inicio en 2003 hasta su fin en 2008, es también un punto de referencia para los actuales Sintra.
-Lo que pasaba en Casanova, y creo que sale natural, es que estuvimos mucho tiempo pegados en buscar el arreglo cuidado -considera José Luis Saavedra, el bajista-. Ahora es más lanzado y eso se refleja, está mucho más crudo.
-¿En qué se nota?
Otero: Antes los apoyos, las melodías, los acompañamientos armónicos estaban en las guitarras. Ahora me quise salir de eso y cambiar la banda de curso. Que la principal fuerza fueran la batería y el bajo, que la continuidad fueran los teclados y los saxos haciendo las líneas melódicas.
-Ni mencionaste la guitarra.
Otero: No. Es la última en importancia
Saavedra: Si la guitarra casi no se nota. Y éste es un guitarrista muy bueno.
-¿Ésa puede ser una muestra del paso del tiempo? Quince años más joven no hubieras restado protagonismo a tu propio instrumento.
Otero: No, po.
Saavedra: Exactamente. Qué clave eso.
Otero: Antes tienes un ego más grande, de cabro chico, de agarrar a guitarra todo el rato y darle volumen aunque te digan que la bajes.
Buddy Richard total
-¿A lo mejor tiene sentido dejar de tocar tanta guitarra porque tienes que concentrarte en cantar? ¿Cómo ha sido ese cambio?
Otero: Exigente. Siempre ha sido un tema mi voz para mí.
-Más encima no eres negro.
Otero: El otro día me compré un rizador a ver si funcionaba.
-¿Pero está resuelto que los blancos pueden cantar soul?
Otero: O sea está más que claro que los blancos pueden cantar soul.
-¿La pregunta es si los chilenos pueden cantar soul?
Otero: Ése es el cuento. De hecho hay mucho cantante chileno que tiene una escuela, aunque no lo sepan, del soul o del hip-hop. O muchos cantantes de los '60 que eran crooners en Chile tenían una tendencia así, y Buddy Richard hacía canciones como "Sunny".
Saavedra: Totalmente soul. Los arreglos de bajo, de orquesta.
Otero: Total. Y Buddy Richard era un gangosín que cantaba así, fuerte, de campo, de Valdivia.
Saavedra: Como voh.
Otero: Como yo, po. Yo soy así, gangosín de campo.
Saavedra: Grande, Buddy Richard.
-O sea el soul chileno es posible.
Otero: Es posible. Es complejo al hacer melodías, dentro del esquema muy riguroso del R&B (rhythm & blues, nombre que recibe en EE.UU. la música heredera del soul y del rock and roll). Es como los chicos que salen de la escuela de Luis Jara, y todos cantan como Luis Jara o Myriam Hernández. Hay una escuela que está en la Ema Pinto (la vocalista del grupo chileno Matahari), de Go (el cantante de R&B chileno que este año acaba de editar su segundo disco, La habilidad). Ésa es la escuela de soul que hay acá.
Saavedra: Nosotros estamos un poco alejados de eso.
Otero: Es una convicción por la melodía.
-¿Menos gimnasia vocal?
Otero: Menos gimnasia. Más sentimiento. Uno de los grandes cantantes de soul después de Otis Redding es Al Green. Y si lo escuchas, tiene una voz bien jodida, que casi molesta, pero tenía una forma de meterte en cada palabra que dice, que casi va a llorar pero no llora.
-¿Pero al final cantar con expresividad puede ser más difícil que tratar de ser un Michael Bolton, que tener una voz musculosa?
Otero: Claro, esa idea sonora vocal. Para eso he tomado clases, es importante que alguien te dé unos tips.
-Ir a la academia, al final.
Saavedra: ¿A la de Lucho Jara fuiste?
Otero: Fui a la de Myriam. Y a la de Karen Connolly para aprender movimiento corporal.
Los tres pasos de Sintra
Cuando músicos como Lucybell eran la primera división del rock a escala nacional en los años '90, otros como Sintra eran parte del precursor y todavía escaso rock independiente de la época. Pero ahora no hay nada de eso en este grupo. Ninguna de las canciones del disco ni de las que está tocando en vivo tiene más de un año.
-¿De todos modos esta reaparición algo tiene que ver con los inicios del grupo?
Otero: Tiene que ver con la construcción de las canciones. Esa idea de hacer una canción de espacio corto, el uso de los coros, los quiebres, sigue siendo una constante, que sea un ir y venir, que no sea plana.
Saavedra: Sintra se podría dividir en tres épocas. Estamos viviendo la tercera. Hubo una primera, me acuerdo de cuando yo iba a ver a Sintra a la Blondie (antes de entrar al grupo en 1998) y sí, me daba la sensación de que escuchaban mucho Smiths, Pulp. Y después cuando entré nos pusimos un poco más jipis, nos volvimos fanáticos de Jimi Hendrix, y también Yoyo estaba rallando con Kula Shaker.
Otero: Son procesos. Nos tocó ese proceso y lo hicimos. Pero ahora es todo nuevo. La idea es decidirse a hacer el soul que queremos hacer.