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Los nuevos placeres

La banda nacional lanza “Fuego en la disco” adelanto de su cuatro disco, Placer automático. Es su intento más serio (y bailable) por dejar de ser un grupo de nicho y abrazar la masividad. Porque después de perder a su guitarrista histórico y entregarse al productor “Tata” Bigorra, Papanegro quiere llegar a todo el mundo.

02 de Noviembre de 2009 | 10:04 |

Nunca se han considerado una banda funk. Su rollo tiene que ver más con la estimulante tradición musical afroamericana y la canción pop. Pero es innegable que en sus inicios en el cierre de los '90, compartieron una “escena” junto a Chancho en Piedra, Los Tetas o Mamma Soul. Su primer hit fue “Wokman” (2000), ganador del Festival de Bandas Jóvenes de Balmaceda 1215.

Después vinieron canciones en series de TVN (“Oye amigo”, del programa "Block"), colaboraciones con Jorge González y la teen idol de los '60 Luz Eliana, aparte del trabajo paralelo de cuatro de sus cinco integrantes en la productora Sólo por las Niñas. Esto no los ha librado de altibajos, como la poca difusión de su excelente disco Siete (2007 y que incluía material audiovisual) o la renuncia de su guitarrista Gabriel Noé el año pasado.

Lo interesante es que Papanegro tiene tanta fe en su música que decidieron por primera vez llamar a un productor y ser asesorados por una agencia de management. Así grabaron el disco Placer automático, cuyo primer adelanto es el single “Fuego en la disco”. Claudio “Guayi” Mas, su carismático vocalista, dice que tal como el nombre de lo indica, todo el disco es así, festivo y bailable. El tecladista Carlos “Carlinhos” Valenzuela lo confirma. La banda actual la completan Mario García (bajo), Patricio Rodríguez (batería) y el nuevo guitarrista, Rodrigo Campo.

-¿Qué distingue Placer automático de sus anteriores discos?
-Guayi:
Esta es la primera vez que trabajamos con un productor, El Tata (Luis Bigorra) de Funk Attack. Fue una experiencia particular, porque por primera vez nos entregamos a un agente externo. Nuestros discos anteriores los produjimos nosotros.
-Carlinhos: No sabíamos qué iba a pasar. Terminamos las maquetas en enero y se las mostramos al Tata, pero él nos pidió más grabaciones. Siempre pedía más. Era insaciable (risas). El método fue distinto: partimos registrando teclados y baterías. Eso cambia la definición de las estructuras de una canción.

-Quizás porque una base ordena una canción, sobre todo con el piano que la deja “escrita” y entonces impide la improvisación a la hora de grabar…
-Carlinhos:
¡Exacto! El teclado permite definir, tener la música clara antes de llevarla al estudio. Y al mismo tiempo cuando tocamos los otros instrumentos suena holgado, bien tocado. Nosotros no teníamos claro si iba a resultar una cosa fresca, pero el Tata logró capturar bien la esencia de Papanegro en vivo.
-Guayi: Grabar Placer automático fue un juego distinto a todos los otros discos (ver recuadro).

-Además se les fue el guitarrista Gabriel Noé, ¿cambió el sonido de Papanegro también?
-Carlinhos:
Lo echamos harto de menos, sin duda. Pero se fue por prioridades de tiempo, no porque tuviera problemas con nosotros. El nuevo guitarrista, Rodrigo “Chiang” Campo es bien rockero, tiene un gran bagaje ténico y armónico. Además, como era amigo de nosotros desde que éramos chicos, se sabía todas las canciones. Fue algo natural que lo llamáramos a él. Y claro que ha aportado a las canciones. Ahora somos una banda de cinco. Antes teníamos tres bronces, DJ… ahora queríamos sintetizar esa energía. 

-Pensando que Siete (2007), su anterior disco, lo distribuyeron gratis por Internet, ¿cómo lo harán con Placer automático?
-Guayi:
La experiencia de Siete fue muy buena. La idea es continuar por el lado de Internet. El problema es que al estar todos los discos están disponibles para todo el mundo, es complicado llegar a un público específico. Está todo en el aire. A diferencia de la radio o las cadenas de videoclips en los '90, por Internet es difícil llegar directamente a tu público y saber quienes son. Radiohead no partió desde cero: ya eran famosos, ya tenían sus fans, sabían que In rainbows iba a ser descargado. ¿Pero qué banda que parte de cero puede hacerlo?

-¿No sienten que Chile es un poco limitante para las bandas de rock?
-Guayi:
La esperanza siempre ha sido la masividad. El problema es que en Chile los nichos son pequeños y nuestra idea siempre ha sido ampliar el público. Afortunadamente ahora trabajamos con management, lo que abre tus posibilidades de difusión.
-Carlinhos: Aunque suene pretencioso, queremos llegar a la mayor cantidad de gente. No nos sentimos un grupo de nicho. No hacemos música para la comunidad funk.

-¿Creen que fueron encasillados y reducidos a ese estilo?
-Guayi:
Claro, y nosotros nunca lo dijimos. ¡Ni siquiera mencionamos la palabra en una canción! Además, como te decía, el mercado es súper chico. Aunque para mí ser masivo es ser como Hechizo. La otra vez vi al cantante en el metro y provocaba tumultos entre la gente. Ésas son nuestras estrellas de rock.
-Carlinhos: Una vez dijimos que no éramos funk sino pop y algunos fans se enojaron. Tomaban la palabra pop como insulto. Las etiquetas son todo un problema, porque perpetúan un estilo que es uno de los tantos que practicas. Nosotros somos abiertos, nos gusta la música negra y sus derivaciones, el rock, el pop. Eso es un mérito.

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