Medea y Casandra en versiones chilena y contemporánea, según ''La leyenda de la carne''.
L90SANTIAGO.- De acuerdo con la mitología griega, Casandra y Medea nunca se encontraron: No se traicionaron, no se enfrentaron, no se maldijeron ni se salvaron. Nada.
Sin embargo, después de miles de años ambos personajes se verán las caras en una cocina chilena, reencarnadas en los cuerpos de dos empleadas domésticas que pasan las horas escuchando radionovelas entre recetas y utensilios.
Todo esto ocurre en la obra "La leyenda de la carne", que esta noche se estrena en la sala Lastarria 90. En ella, dos empleadas domésticas son poseídas por las figuras míticas, tras enterarse de su existencia a través de un programa radial.
"Ellas arman un juego, que luego empiezan a tomarse en serio", explica la directora y dramaturga Florencia Martínez, quien agrega que le sedujo la idea de juntar a estos dos personajes que en la historia original nunca se cruzaron, dadas sus características en común (la magia, el destierro y el largo viaje junto a un hombre).
La mezcla del lenguaje algo más "docto" con los términos coloquiales en que hablaban sus nuevos personajes fueron decantando hacia el escenario de una cocina y dos empleadas. "Es evidente que ahí puede pasar algo, por los elementos que hay. Y además, la radionovela tiene muchas similitudes en el lenguaje con la tragedia griega", explica.
La tragedia contemporánea se desata cuando las mujeres descubren los vínculos que ambas mantienen con su patrón, y que están más vinculadas de lo que pensaban a la historia radial que tanto disfrutan.
"La leyenda de la carne" se estrena esta noche en la sala de José Victorino Lastarria N° 90, y tendrá funciones de jueves domingo a las 20:00 horas, hasta el 20 de diciembre. Los valores de las entradas son de $3.500 general y $2.000 para estudiantes.