SANTIAGO.- "Hace mucho que quería que se diera este reencuentro, por lo menos en este espacio podemos comunicarnos", dijo casi con un dejo de resignación el mexicano Cristián Castro, en la partida de su show de esta noche en el Teatro Caupolicán, ante cerca de 3 mil fanáticos.
Venía del Luna Park de Buenos Aires, pero la evidente diferencia entre ambas realidades no impidió que mostrara un show potente, y con gran calidad vocal, donde repasó en más de dos horas los principales éxitos de sus más de 15 años de carrera, cuyo inicio en Chile él ubicó en el tema "Cada momento", que cantó por primera vez en nuestro país en 1993.
Con alaridos, sus seguidoras corearon esa y otras canciones de discos como "Mi vida sin tu amor", "Quiero Soñar", como "Lloran las rosas", "Lo mejor de mí", "Volver a amar" y "Después de ti".
También mostró temas de su último disco "El culpable soy yo", y cantó cumbias y rancheras, acompañado en la mayoría de los temas por cuatro bailarinas que animaron al contingente masculino de la audiencia. Castro, con más simpatía que talento dansístico, las acompañó y desató gritos entre sus seguidoras.
El artista se mostró cercano a su público, repartió saludos, besos, y dio la mano a sus fans, e incluso en esa misión casi cae entre sus incondicionales, pero para mala fortuna de ellas, su staff de seguridad lo impidió.
Para el cierre, su clásico "Azul", esta vez sin la camisa ad hoc del video, pero con el mismo cabello rubio, aunque quizá ahora no le quedan tan mal como antes. A sus fans poco les importó.