Paulina Urrutia saluda a los ''tesoros humanos'', que serán resguardados como patrimonio.
CNCASANTIAGO.- Ya no son sólo monumentos, rituales, comidas o pueblos. Ahora las personas también pueden ser "patrimonio" de un país o de la humanidad.
Así lo quiso dejar en claro el ministerio de Cultura, que este mediodía entregó los reconocimientos "Tesoros humanos vivos" a diversas personas que encarnan distintas formas de trascendencia cultural.
La distinción se enmarca en la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, adoptada por UNESCO en 2003 y ratificada por 104 estados, entre ellos Chile.
Los reconocidos en esta versión son Cristina Calderón, considerada la última yagán, residente en Isla Navarino; la cantora campesina María Angelina Parra, de Concepción; la Comunidad Kawésqar de Puerto Edén, con una decena de integrantes en los canales occidentales de la Patagonia; y el Baile Pescador Chino N° 10 de Coquimbo, agrupación tradicional de la festividad religiosa de Andacollo.
Todos ellos fueron seleccionados entre más de 75 postulantes, presentados desde todas las regiones del país, y se hicieron acreedores de un premio de $3 millones en el caso de individuos y $7 millones en el de colectivos o comunidades.
El objetivo del reconocimiento es resaltar a nivel nacional la riqueza y diversidad identitaria, visibilizando y reconociendo a quienes son portadores relevantes de manifestaciones no tangibles del patrimonio cultural, así como fomentar las acciones de rescate y preservación de expresiones en riesgo de desaparecer.