Hubo cierto momento en la vida de Gustavo “Guz” Pinochet, líder del grupo Sum además de ser productor y compositor musical para una serie de artistas, en que estuvo acongojado, más nostálgico que nunca y con ganas de mandar todo al carajo. Fue tanto el dolor que ni siquiera revela la razón de su pena, sino hasta casi el final de la entrevista que da en su departamento de Providencia, con una panorámica del oriente de la ciudad y a la altura del piso 17.
El compositor y responsable del primer éxito de Kudai toma aire y aguanta unos segundos para desahogarse. “Es súper fuerte para mí”, dice primero. “Lo que pasa es que el año pasado perdí a mi mamá y fue una experiencia súper trágica”, menciona con una voz tiritona mientras sus ojos se cuajan de unas tímidas lágrimas quizás buscando lo perdido.
Sucedió hace poco más de un año. No sólo cambió su vida personal, sino que también su vida musical. Es por eso que al nuevo disco del grupo que forma con la cantante Constanza Palavecino y el recién integrado guitarrista Samuel Barrientos -quien sustituyó a Lucía Covarrubias-, decidió llamarlo Anhedonia. Es un tipo de depresión severa que afecta la pérdida de satisfacción en todas las actividades de la vida. Hasta el momento se encuentra en una etapa de armado y grabación de maquetas con un par de canciones compuestas por él y su eterno compañero, Dr. Alfa.
En todo caso, Guz ya sabe que su primer single será “Correr”, canción que se demoró un mes en escribir y que está dedicada a su madre fallecida. Según Pinochet, el tema resume la línea central de la segunda placa de la banda. Su letra versa sobre una forma simple el dolor pero también la esperanza de encontrarse con esa persona en un lugar y tiempo determinado. Su voz melancólica está acompañada por un lento y sutil rasgueo acústico que se retuerce durante el coro, donde predomina la distorsión de una guitarra eléctrica. Sin duda, algo muy distinto a lo que fue Ser (2007), el primer disco del grupo.
-¿El período triste por el que pasaste se ha alargado o ya estás en una etapa distinta?
-Estoy en una etapa distinta. No existe la palabra que voy a usar, pero creo que yo soy un poco “anedhónico”, hay una parte mía que es así. Me quedo 20 minutos sentado mirando por la ventana y soy un poco nostálgico. A pesar de que hoy día estoy más contento que entonces, con menos angustia y mi vida está más estable, dentro de mí vive un ser que tiene una nostalgia, que tiene una tendencia a ser así.
-¿Qué conclusiones has rescatado al liderar Sum durante más de tres años?
-A mí me parece que han sido años bastante buenos. Estoy súper contento con el resultado de Sum, porque si hago un desgloce radialmente tuvimos muy buena acogida con los primeros singles de Ser. El nivel de ventas fue lento, pero hoy día eso ocurre para todo el mundo (…). Nosotros vendíamos dos mil copias en el tiempo que estuvimos en EMI, entonces, el análisis que uno puede hacer, desde una perspectiva personal, ha sido súper gratificante el poder manifestar mis letras, hacer los videos que yo he querido, estar con la gente que yo quiero trabajar y tener un crecimiento que creo que ha sido como debe ser.
-Y han tenido también un cierto éxito latinoamericano.
-Claro, eso ha sido un poco del rebote con el trabajo de Kudai porque en los discos del grupo aparecen los créditos de mi composición y producción. Entonces algunos fans se interesaron en conocer quién es la persona que estaba detrás de Kudai. Me agregaron en Facebook, me conocieron primero en Fotolog y se fue creando una especie de vínculo y también un boca a boca.
-¿No te sientes un poco cansado de trabajar tanto en la música?
-He tenido ciclos y épocas en que me he cansado de componer, que me he cansado un poco de estar creando y produciendo. He sentido por minutos cansancio, y la forma de combatirlo ha sido reinventando un poco mi propio proyecto. El disco nuevo que estamos haciendo tiene un sonido súper distinto al primero, con otro concepto, con otra visión de los arreglos y las letras. Darme la libertad de expresar a lo mejor mi propio cansancio que siento me puede dar un poco de energía.
-En cuanto a ese sonido, muchas veces han tratado de vincular a Sum con un estilo emo y una fuerte similitud con Kudai, pero ustedes siempre lo han negado ¿Será éste el disco que definitivamente lo logre?
-Claro, lo que pasa es que si bien tiene cosas muy distintas a Kudai, el primer disco de Sum también mantiene otras muy parecidas, porque ese disco lo hice cuando terminé mi trabajo con ellos y era el sonido que estaba usando. Nunca se me ocurrió pensar que en ese minuto la gente iba a compararlos e iba a decir que está usando armonías vocales muy similares, que estaba haciendo tipos de arreglos y programaciones muy parecidas. No lo pensé, pero efectivamente después, al escuchar los comentarios de mucha gente que vinculaba el parecido, dije que sí. Al ver lo que ocurría me dije que habrá que orientar las cosas hacia otro lado y coincidió con una necesidad personal también de buscar un sonido distinto.
-¿Como cuál?
-Me preocupé mucho de que casi no existieran programaciones. En el primer disco de Sum hay hartas programaciones. A mí me gustan mucho, pero en este álbum ésas van a ser prácticamente nulas. Va a ser grabado todo real: batería, bajo, guitarra eléctrica y acústica. El eje va a estar en un cuarteto, eso va a ser lo más firme del proyecto.
-¿Qué influencias tendrán las canciones?
-Siento que esto va a estar mucho más cercano a Radiohead y a Coldplay. Mucha balada, mucho sonido acústico, bastante nostalgia, bastante más adulto también en sonoridad.
-¿Y algo un poco más clásico?
-Quiero hacer una canción que la interprete una cantante lírica. Quiero incorporar también hartos sonidos de bronces, evocar algunas cosas de los Beatles, con cosas retro. Quiero hacer incluso un tema un poco andino, con charangos, con zampoña. Todo siempre bajo el hilo conductor de la música pop-rock, pero con incursiones y tomar cositas de diferentes lados para que siempre le dé un refresco (al disco).
-En cuanto a las letras, ¿van a seguir siendo existencialistas como fue en Ser?
-Yo creo que sí. Renunciar a eso sería renunciar a mí, y ya no sé si sería tan bonito el proyecto ni tan genuino, porque de alguna forma estaría forzándome a hacer algo para ser distinto. Yo nunca me esforcé ni para parecerme ni para diferenciarme de alguien. Creo que Sum es un proyecto existencialista y lo va a ser siempre.
-En el disco pasado tuviste a varios artistas invitados, ¿respetarás esta línea ahora?
-Creo que no. Este disco va a ser más íntimo en ese sentido. Hubo mucha gente que participó en el otro disco, algunos conocidos y otros desconocidos. Creo que va a ser un disco con los que somos.
Home-studio, sweet home-studio
En realidad, el departamento de Guz no es el típico que uno acostumbra a ver. Él lo llama "Guzgarden", pero una persona externa a la residencia diría que en vez de haber un comedor, hay una cabina de madera para las grabaciones que construyó personalmente; se sorprendería al constatar que el living sólo tiene un gran sofá porque frente a él están todos los equipos computacionales y de sonido para sus composiciones, producciones y arreglos. Independencia pura en un home-studio, donde Pinochet suele desayunar y almorzar en el mismo escritorio donde están ubicados los aparatos.
El lanzamiento oficial de Anhedonia estaba programado para fines de 2009, pero “como no existe un trabajo en conjunto de marketing, prensa y sello es difícil de repente poder cumplir las fechas que uno se propone y que tiene establecidas”, dice. Incluso evalúa primero lanzar unos cuatro singles y luego, dependiendo de la necesidad de mercado , un long play. Eso sí, asegura que julio sería el mes límite para que Anhedonia –con un total de 12 canciones como máximo- esté a la venta.
-Ya ha pasado más de un año desde que Sum está trabajando de manera independiente, ¿cuáles han sido los mayores beneficios y dificultades de estar así?
-El beneficio es que hago lo que quiero. Me he sentido muy distinto de tomar mis propias decisiones. Los dos primeros videos estuvieron a manos del sello y no me sentí muy contento. Puedo tomar todas las decisiones artísticas, ya sean musicales o de video. Todo lo que se hace pasa por mí. Pero también tiene un costo porque tengo que hacer el trabajo de diez personas solo. Tiene costos económicos que son bastante altos: pagar discos, videos, promoción, que es la parte más compleja. Pero prefiero mil veces en este minuto estar sin un sello.
-¿Has pensado en algún otro tipo de difusión musical un poco más económico como Internet?
-Internet siempre ha sido una fuente súper importante a través de la cual hemos conseguido contactarnos con la gente, pero sin duda uno no puede escapar y siempre debe tratar de llegar a los medios tradicionales que son la radio, la prensa escrita y la televisión. Hoy el escenario es complejo: no hay ventas de discos para nadie. Pero generalmente uno tiene que tratar de ir a los medios que pueden mostrar masivamente lo que uno está creando.
-¿Qué esperas de este álbum?
-Uff... es súper difícil crearse expectativas y saber qué va a pasar. Espero que quede muy bonito, que yo me sienta muy contento y quienes trabajemos detrás del proyecto estemos tranquilos con el resultado. Si eso trae como consecuencia después que tenga buena difusión, que la gente lo pueda llegar a conocer y que al público le guste, fantástico. Me encantaría que mientras a más gente le guste, mejor, pero no está hecho para eso. Esto ha sido una consecuencia de un trabajo honesto, más íntimo.