Paulina Urrutia y su regreso a las tablas: "Pensaba que no iba a ser capaz"

SANTIAGO.- Una mezcla de ansiedad y preocupación hay en estos días en Paulina Urrutia. La ministra de Cultura asume con entusiasmo su regreso a las tablas con "Historia de la sangre", su primera obra desde que asumiera el cargo en marzo de 2006, pero lamenta las poquísimas ocasiones que ha tenido para ensayar.

"Hemos tenido súper pocos ensayos, muy, muy pocos. La Presidenta me autorizó para tener en diciembre y enero máximo ocho ensayos por mes, después de las 20 horas o el fin de semana. Pero la verdad es que no hemos ensayado mucho. En diciembre hicimos dos o tres", cuenta.

La razón para tan pocos encuentros con sus compañeros de elenco está en las dificultades para compatibilizar su rol en el montaje con su apretada agenda como ministra.

"Mi trabajo como ministra no se ha visto afectado, pero tengo nervios, porque mis compañeros están como lechuga. Pero que sea un remontaje me ha permitido suplir el trabajo colectivo con uno más personal, en la casa, en el auto".

Desde que asumiera a la cabeza del Consejo de Cultura, Urrutia sólo había realizado contadas actuaciones breves y lecturas dramatizadas en las presentaciones de algunos eventos culturales, pero "Historia de la sangre" —que forma parte de la sección Bicentenario de Santiago a Mil— será su regreso formal a las tablas.

Allí, desde el lunes 25, se reunirá con el mismo elenco con que montó la obra a principios de los 90: Amparo Noguera, Maritza Estrada, Francisco Reyes, Rodrigo Pérez y Pablo Schwarz, bajo la dirección de Alfredo Castro.

Según la ministra, "juntarnos ha sido un regalo: Reírnos, regalonearnos. Han pasado 18 años, mis compañeros están como tuna, y yo estoy fuera de training, pero lo más bonito es que somos los mismos, con los miedos, las debilidades. Volver a mirarnos, escucharnos, ha sido muy emocionante".

El tema del "training" es uno de los que más inquietaba a Urrutia, quien explica que "la actuación es algo que uno tiene adentro", pero que "como todo oficio requiere de un trabajo permanente, que hace que tu cuerpo sea ductil, que tengas capacidad de respuesta en términos creativos. Yo tenía mucho miedo, pensaba que de verdad no iba a ser capaz. No estoy con el training que te da la televisión, por ejemplo. Pero esto es lo de una. Una vuelve a encontrarse, a mirarse, a reconocerse. Para mí esto ha sido volver a llorar, a reír, es revitalizador, te vuelve el alma al cuerpo".

A tablero vuelto

La actriz recuerda cuando a principios de los 90 "contábamos a la gente en la sala y nos preguntábamos '¿hacemos la función o no la hacemos?'. Luego sacábamos la cuenta y decíamos '¿nos alcanza para un pisco sour?', y la hacíamos".

La escena esta vez no se volverá a repetir, ya que las siete funciones de "Historia de la sangre" se encuentran prácticamente agotadas. Según Urrutia, la positiva respuesta del público se debe a que la obra es "un hito, la segunda de la trilogía del Teatro La Memoria, y la más grabada en términos de un lenguaje de colectivo. Si se ve con el tiempo, determinó una escuela, lineamientos estéticos, políticos. Tal vez por eso pueda estar lleno: Para ver una pieza de museo, pero viva. Eso es lo bonito del teatro. Imagino que habrá muchos estudiantes, pero también muchos que la vieron hace 18 años".

La misma respuesta del público ha despertado el interés de Alfredo Castro por volver con "Historia de la sangre" en una venidera temporada, lo que Paulina Urritia ratifica y acoge con entusiasmo: "Alfredo efectivamente nos planteó la posibilidad de hacer una temporada. ¡Y qué quiere que le diga! Estoy más que agradecida, porque es la primera pega que me ofrecen después del 11 de marzo. Sería ideal".