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LOS ANGELES.- El director de cine Roman Polanski deberá regresar a Estados Unidos para ser sentenciado por un delito sexual cometido hace décadas, determinó este viernes el juez de la Corte Superior, Peter Espinoza, fallo que probablemente será apelado.
Los abogados de Polanski, de 76 años, habían argumentado que su cliente debía ser sentenciado en ausencia, a una pena ya cumplida, luego de declararse culpable en 1978 de un cargo de relaciones sexuales ilícitas con una adolescente de 13 años.
Los fiscales insisten en que Polanski debe comparecer ante un tribunal de Los Angeles y no se le debe permitir manipular al sistema penal.
Polanski, detenido durante sus vacaciones en Suiza en cumplimiento de una orden de aprehensión de Estados Unidos, pasó más de 60 días en una cárcel de ese país antes de ser transferido a arresto domiciliario el 4 de diciembre.
Un abogado de la víctima de Polanski también instó al juez Espinoza a que el director cinematográfico sea sentenciado en ausencia.
Michael Brennan, un profesor de Derecho de la Universidad del Sur de California, señaló que es sumamente inusual que un acusado sea sentenciado en ausencia.
En documentos de la corte consta que los abogados de Polanski señalaron que el juez del tribunal superior Laurence J. Rittenband —ya fallecido— sentenció al director en 1978 a un estudio de diagnóstico en una prisión de California donde estuvo detenido 42 días.
Aunque el juez dijo a los abogados que esa sería toda la sentencia de Polanski, posteriormente indicó que daría marcha atrás sobre esa oferta y le impondría una sentencia más dura en la audiencia para tal fin.
Polanski huyó a Francia y ha estado fugitivo desde entonces. Los abogados han pedido a Espinoza una audiencia completa con testigos argumentando que existió mala conducta judicial y procesal en el caso.
La víctima de Polanski, Samantha Geimer, tenía 13 años cuando se reunió con Polanski para una serie de fotografías de modelaje en Los Angeles en 1977. Polanski fue acusado de servirle repetidamente champán y de darle parte de una píldora de Quaalude antes de violarla en la casa de Jack Nicholson, quien no se encontraba en la mansión que había prestado.
Inicialmente, Polanski fue acusado formalmente por seis cargos de delito mayor, incluida violación con uso de fármacos, abuso sexual de menor y sodomía. Posteriormente se declaró culpable de un cargo de relación sexual ilícita.
