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Un maestro chileno universal: hace 107 años nació Claudio Arrau

El 6 de febrero de 1903 nació en la ciudad sureña de Chillán uno de los talentos más importantes de la historia de la música en este lugar del mundo.

06 de Febrero de 2010 | 09:28 | Orbe
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Imponente y genial. El pianista chileno, que luego de la Segunda Guerra Mundial adoptó la nacionalidad estadounidense, es uno de los nombes más importantes de la música del siglo XX.

El Mercurio
SANTIAGO.- En la ciudad de Chillán nació el 6 de febrero de 1903 Claudio Arrau León el gran concertista y Premio Nacional de Arte. Es uno de los músicos más trascendentales de la historia en Chile y sólo pueden equiparar o aproximarse a su universalidad figuras como la artista múltiple Violeta Parra, el cantautor Víctor Jara o el bolerista Lucho Gatica.

Su pasión por la música la demostró desde muy pequeño, sin embargo, su vida artística la desarrolló principalmente en al ámbito internacional donde fue reconocido innumerables veces en distintos países y eventos.

Cabe señalar que el interés por las partituras fue heredado de su madre, la profesora de piano Lucrecia León, quien debió ejercer su profesión al enviudar del médico y oculista Carlos Arrau Ojeda, cuando Arrau apenas tenía un año y un mes.

Un Mozart en Chile

Con ella aprendió el lenguaje musical antes de leer y escribir el abecedario. Por su corta edad, para alcanzar accionar los pedales del piano, un carpintero amigo de la familia le confeccionó una especie de zancos, con los que el pequeño pudo interpretar las composiciones de los grandes maestros, recibiendo el apodo del “Mozart chileno".

De hecho, a los cinco años de edad, dio su primer concierto en su ciudad natal, interpretando obras de Mozart, Beethoven y Chopin. Luego a los siete años de edad, Arrau se presentó ante el Presidente de la República Pedro Montt Montt y miembros del cuerpo Diplomático en el Palacio de La Moneda. Allí asombró nuevamente por su temprana genialidad, y luego de otro concierto ante el Congreso Nacional, fue agraciado con una beca de esta última institución para estudiar piano en Alemania.

Allí fue alumno de Martín Krause, uno de los maestros de piano más célebres de Europa, profesor del Conservatorio Stern. Krause se hizo cargo de la formación de Arrau, dotándolo de las herramientas técnicas e interpretativas, y orientando de paso su dieta y lectura, así como también sus descansos y paseos.

Pero a los cinco años de esta relación, Krause falleció. Arrau declaró tiempo después: “Pensé que el mundo se había terminado, tenía la sensación de haber sido abandonado, sentí incluso que ya no sería capaz de seguir tocando".

Sin embargo, Arrau continuó sus presentaciones; recibió aplausos y reconocimientos en Europa, y obtuvo durante dos años consecutivos, con 16 y 17 años de edad, el importante Premio Liszt, que había sido declarado desierto durante 45 años. Este premio había sido instituido por el propio Liszt, para los mejores intérpretes de sus obras.

Piano piano: la ruta hacia el estrellato

A los 18 años de edad, en 1921, dio su primer concierto como profesional en Chile, dentro de una gira que efectuó por Sudamérica. Dos años más tarde y con el prestigio consolidado en Europa se dirigió a una gira por Estados Unidos, donde las críticas fueron duras e indiferentes.

Entonces Arrau entró en una profunda crisis, cuestionándose sus capacidades y perspectivas. Fue necesaria la intervención de un connotado siquiatra de la época, el doctor Abrahamson, para que lograra superar sus dificultades.

De regreso en Europa, Arrau recibió con alegría su nombramiento en 1925 como profesor del Conservatorio Stern, demostrando grandes dotes como formador de jóvenes talentos. Siguió dando conciertos en Europa, siendo estimado como uno de los mejores intérpretes de Mozart, Beethoven, Chopin y Liszt. En esa época visitó Chile en los años 1934, 1938 y 1939.

Residió en Alemania hasta poco antes de la Segunda Guerra Mundial. Con el ascenso de Adolfo Hitler al poder, se trasladó a los Estados Unidos y adoptó la ciudadanía de dicho país, sin renunciar a la ciudadanía chilena. El recibimiento en esta ocasión por parte del público, como de la crítica fue grandioso. En 1941 se consagró como intérprete con un magnífico concierto en el Carnegie Hall de Nueva York. Continuó con conciertos por todo el país. Además fundó con el chileno Rafael de Silva, la Academia Claudio Arrau de Nueva York en 1943.

Entre otros muchos galardones, obtuvo el premio Ibach, en un concurso para grandes pianistas, la Medalla de Honor Hollander, Diploma de Honor del Conservatorio Stern, Diploma Extraordinario del mismo Conservatorio; el cual no se había concedido a nadie en los 65 años de vida de la institución. En 1927 ganó el primer premio en el Gran Concurso Internacional de Pianistas realizado en Ginebra.

El Premio Nacional en Chile y el adiós en Austria

Luego, en 1980, Arrau recibió la medalla Hans Von Buelow que le otorgó la Orquesta Filarmónica de Berlín. Poco después, dada su notable e inigualable trayectoria, el año 1982 a 1983 fue declarado el “Año Arrau” por los principales círculos musicales del mundo. Adicionalmente, recibió las máximas distinciones de numerosos países, como la Legión de Honor de Francia, el Premio de la Música de la Unesco, la Medalla Beethoven de Nueva York y el grado de doctor honoris causa de la Universidad de Oxford.

Finalmente Arrau fue reconocido en su patria y recibió el Premio Nacional de Arte 1983, a los 80 años de edad, ocasión en que declaró: “Ser reconocido por la gente y la tierra donde uno nació es para mí la consagración definitiva. A uno lo pueden distinguir los amigos, los admiradores y los críticos, pero si falta el reconocimiento de la propia familia, el honor y la fama son incompletos. Ahora la familia chilena ha decidido concedérmelo y mis sentimientos son una mezcla de gran humildad y emocionada satisfacción".

Ocho años más tarde, cuando Arrau se preparaba para reanudar sus giras de conciertos, falleció el 9 de junio de 1991 en Muerzzusching, Austria. Sus restos fueron sepultados en su patria natal, en la ciudad de Chillán, de acuerdo a su voluntad testamentaria.