Conrad Murray sostuvo ante la corte lo que venía diciendo públicamente: su tratamiento no le provocó la muerte a Michael Jackson.
AP
LOS ANGELES.- Conrad Murray, médico de cabecera del cantante Michael Jackson, se declaró hoy inocente al comparecer ante el tribunal en Los Angeles, luego de ser acusado por "homicidio involuntario".
La acusación que pesa sobre el cardiólogo, que llegó al tribunal ataviado con un traje beige y una corbata roja, se funda en haber suministrado una cantidad letal del narcótico propofol al cantante mientras trataba su problema de insomnio.
De acuerdo con los cargos presentados contra el rey del pop, el médico es responsable de la muerte del cantante por haber actuado "sin la cautela necesaria", una acusación que podría costarle un mínimo de cuatro años en prisión.
Miembros de la familia del cantante, incluyendo a su madre Katherine, su padre Joe y sus hermanos Jermaine y La Toya, se presentaron ante la corte de justicia de Los Angeles. Sin embargo, el único que realizó declaraciones a la prensa fue Jermaine, que dijo a la CNN que los cargos presentados por la fiscalía no eran lo suficientemente fuertes y que esperan que se aplique una mayor justicia para su hermano.
Murray, que fue contratado por Jackson para ayudarle en su vuelta a los escenarios el pasado mes de julio, se declaró inocente de los cargos imputados. Murray, de 57 años, ha negado hasta ahora ser el responsable de la muerte de Jackson, aunque reconoció que sedó al cantante en numerosas ocasiones.
Como principal sospechoso de la investigación policial en los siete meses que ha durado, el médico admitió a las autoridades que él mismo le suministró la dosis letal de propofol ante la insistencia del cantante, ansioso y desesperado por no poder dormir en toda la noche.
Producto de esa situación de estrés, el cantante había desarrollado una adicción a los fármacos que finalmente acabó con su vida a los 50 años de edad.
Además se supo que Murray compró cinco botellas del poderoso anestésico propofol en una farmacia de Las Vegas, el mismo medicamento que acabó con la vida del cantante el pasado 25 de junio.