El artista continuará con su gira retornando a Viña del Mar este viernes a las 21 horas.
Christian Zúñiga, El Mercurio
SANTIAGO.- "Devuélvanme a la fiesta", decía Tom Jones. Era el coro de la última canción de su show, "Take me back to the party", y no hacía más que reflejar lo que las cerca de 9 mil personas sentían a esas alturas en el Movistar Arena: sólo querían continuar hasta largas horas de la noche en un concierto que superó sus expectativas.
Ya había pasado cerca de una hora y 45 minutos desde el comienzo del show. "El Tigre de Gales" nuevamente cumplía un espectáculo de lujo, acompañado por su renovada banda, compuesta por ocho músicos y dos coristas.
"Sugar daddy", tema incluído en su último disco, 24 Hours, fue la canción que abrió un espectáculo cuyo inicio tuvo un retraso de 15 minutos. Pero nada de eso le importó al público tras escuchar otros temas de la mencionada placa y también "Thunderball", reconocido soundtrack de la película de James Bond, "El regreso del agente 007".
Jones logró quebrar el hielo definitivamente con "Deliha", donde demostró que a pesar de las canas en su cabello, continúa teniendo un vozarrón incomparable. La ovación del público, en su mayoría sobre los 50 años, se manifestaba con los brazos extendidos que seguían el ritmo de este vals.
El galés, como muy pocos músicos saben hacer, transitó entre canciones con swings de casinos como "Help yourself", baladas que el público coreó nostálgicamente como "I'll never fall in love" y hasta la electrónica con "Stoned in love", canción que originalmente grabó junto a Chicane.
Eso sí, lo mejor estuvo guardado para el final. Desde que comenzaron los primeros acordes de "She's a lady", la gente de la platea y las tribunas se descontroló. El recinto por un tiempo se transformó en una discoteque de casino, donde gran parte del público bailaba y seguía los tiempos de este emblemático hit.
Como si no bastara, "You can leave your hat on" (cover de Joe Cocker para la película "Nueve semanas y media"), dio el toque sensual de la noche, obligando a Jones a quitarse su chaqueta de cuero. El griterío enloquecido de las mujeres no se hizo esperar. "If I only knew" también aportó con lo suyo, con ese "yeah" exuberante que Jones saca de otro planeta.
Luego, las más solemnes canciones de Jones, "Sexbomb" e "It's not unusual", llegaron juntas de la mano, excitando a un público que tras la finalización de ambas estuvo más ensordecedor que nunca. "Kiss" introducido por "Sexy MF" de Prince y "Take me back to the party" dieron el broche de oro a un repertorio de 25 canciones.
Tom Jones volverá con la fiesta nuevamente al Teatro Municipal de Viña del Mar. El concierto será este viernes a las 21.00 horas.
