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Fanny Lú cumple con un show ínfimo

La colombiana apenas interpretó dos temas, ante un público mucho más dócil que el que habría enfrentado con Arjona como número pendiente. De todos modos, dejó un agradable sabor de boca.

27 de Febrero de 2010 | 02:25 | Sebastián Cerda, enviado especial a Viña del Mar
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La colombiana interpretó ''Celos'', ''Tú no eres para mí'' y listo. Si querían más, será para la otra.

EFE

VIÑA DEL MAR.- Ya había anunciado Fanny Lú que el suyo sería un show corto, "de jurado", pero difícil era suponer que eso implicaría interpretar apenas dos canciones, el saldo final de su paso por el escenario.

Recibida cálidamente por el público que no se fue tras el show de Ricardo Arjona, la colombiana ofreció una pequeña muestra de lo que ya lleva un tiempo exhibiendo en el resto del continente: Que es una de las figuras que se encuentra en la línea de largada para integrarse a la primera división de estrellas pop de la región.

Atractiva, con una correcta interpretación en vivo (no desafina, lo que en estos días parece ser destacable), con justa compenetración con su cuerpo de baile y contagioso carisma, la cantante de 37 años se asoció con el público tras la apertura con "Celos", uno de los temas que tiene sonando en radios.

Se trata de la misma canción que popularizara Daniela Romo en los 80, pero que en Fanny Lú encuentra una relectura pop y bailable, algo infantil y rosada, mismos códigos que luego se filtraron en su segundo tema, el también difundido "Tú no eres para mí".

Con ese vallenato-pop, con ciertos aires de corrido, Fanny Lú mostró chispa y cierta picardía, que no suelen provocar algo distinto que empatía en públicos dóciles como el que a esta hora se encuentra en Viña.

La cantante estaba preocupada antes de presentarse en la Quinta Vergara, con ese discurso de "que sea lo que sea" que prima en situaciones de incertidumbre. Debió haber estado más preocupada tras la movida de Ricardo Arjona, que la dejó para el cierre arriesgando bajo público, pero tras finalizar su show debe haberle agradecido al guatemalteco, que terminó por asegurarle el terreno al llevarse con él a sus radicales.

Su paso por Viña podrá haber sido escueto, con bajo rating (salió pasadas las dos de la madrugada), pero al menos dejó un sabor agradable, que le permitió dar el puntapié inicial a su anunciado desembarco en Chile.

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