La nominada a Mejor Actriz de Reparto por ''Nine'', usó un diseño de Donna Karan.
APLOS ANGELES.- Hombros al descubierto, el pelo con un clásico recogido alto y joyas discretas: la edición número 82 de los premios Oscar de la Academia de Hollywood destacó, en lo que a sus protagonistas femeninas se refiere, por una sobria elegancia y un estiloso aplomo sobre la alfombra roja.
Apenas se vieron vestidos demasiado pomposos ni elecciones fuera de lugar. La mayoría de las actrices acudió al Teatro Kodak de Los Angeles luciendo vestidos elegantes y ajustados en la noche del domingo. Los colores de la ceremonia fueron el gris plata, azul intenso y los tonos pastel. Sólo en contadas ocasiones un collar adornaba los desnudos cuellos de las mujeres. La tendencia se decantó más bien por los pendientes sencillos y las pulseras grandes.
La primera en subir al escenario fue la actriz española Penélope Cruz. Después de que el año pasado recogiera la estatuilla como mejor actriz de reparto enfundada en un aclamado vestido vintage blanco firmado por Pierre Balmain, este año entregó el Oscar al austríaco Christoph Waltz ("Bastardos sin Gloria") luciendo un llamativo vestido granate strapless de Donna Karan. Con un recogido alto acompañado de unos sencillos pendientes, Cruz fue quizá una de las mejor vestidas de la alfombra roja, aunque este año, como se preveía, la actriz Mo'nique le arrebatara la estatuilla.
Tampoco pasaron desapercibidas famosas como Demi Moore, que brilló con un vestido de seda strapless en tonos carne de Versace. Con el pelo recogido, salvo un mechón, y unos pendientes largos, la actriz de 47 años parecía mucho más joven. Y junto a ella posó Jennifer Lopez, enfundada en un ajustado Armani strapless rosa palo que remarcaba sus famosas caderas.
Clásica, como viene siendo habitual en ella, lució Kate Winslet. La mejor actriz de 2009 llegó enfundada en un vestido gris plateado sin adornos, luciendo su melena rubia peinada hacia un lado con grandes ondas, en un estilo que recordaba al de las divas de los 80. Un look que también eligieron Cameron Diaz y Sandra Bullock, que recogió su Oscar a la mejor interpretación femenina ("Un sueño posible"") con un vestido sirena plateado combinado con un maquillaje muy claro para el rostro, en el que resaltaban los labios pintados de rojo chillón.
Al contrario de la tendencia general, la mejor actriz de reparto, Mo'nique ("Precious"), llevó un vestido con mangas en un tono azul intenso que disimulaba sus curvas, y el pelo recogido en un tirante moño alto adornado con una rosa blanca. Eso sí, sus sencillos pendientes sí seguían la línea mayoritaria.
El escote más prominente de la noche lo llevaba la actriz con el récord de nominaciones: Meryl Streep. En su candidatura número 16, la veterana actriz lució un elegantísimo vestido blanco, pero volvió a quedarse con las manos vacías. Menos afortunada fue la elección de Melanie Griffith, que también optó por un generoso escote con un Versace negro de acabado lacado que no terminaba de sentarle bien.
Quien sí volvió a brillar fue otra de las grandes damas del cine: la británica Helen Mirren, ganadora de un Oscar en 2007 por "La Reina", desfiló majestuosa con un vestido gris plata con brillantes. Y del plata al dorado que inspiró en su elección a la estrella de "Sex and the City" Sarah Jessica Parker. Su Chanel, que recordaba a las capas antiguas, y el recogido del pelo le hicieron parecer más delgada de lo habitual.
Poco acertada fue la opción de la estrella adolescente Miley Cyrus. La joven de 17 años lució un vestido brillante de Jenny Packham que visiblemente no le sentaba bien y apenas le permitía moverse con soltura. Y tampoco brilló especialmente la actriz alemana Diane Kruger ("Bastardos sin gloria"), enfundada en un vestido blanco y negro anudado al cuello con los hombros al descubierto.
Y, como siempre, hubo menos que decir sobre el estilo que lucieron los hombres. Casi sin excepción, optaron por trajes oscuros y camisas blancas. La nota de color la puso el vestido rojo de la novia de George Clooney, Elisabetta Canalis, y el cineasta manchego Pedro Almodóvar, que acudió a entregar el Oscar a la mejor película de habla no inglesa con una gran humita blanca.