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Plastic beach

12 de Marzo de 2010 | 18:52 |
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Qué músico ejemplar es Damon Albarn. Ningún otro cantautor de su generación supo atisbar tan a tiempo la debacle del brit-pop, y actuar en consecuencia. En una rápida y efectiva sucesión de puras decisiones correctas, en los últimos diez años el líder de Blur disolvió su banda, se largó un rato de Inglaterra (en su caso, a Mali e Islandia), aprendió de músicas antes insospechadas (ópera china, percusión africana, son cubano), y se permitió desaparecer detrás de proyectos semiexperimentales.

Desde 1998, Albarn ha levantado al menos un sello discográfico, varios soundtracks y tres grupos, de entre los cuales Gorillaz se afirma ahora con un tercer disco tan imaginativo como los anteriores, pero cargado además de una amplitud, melancolía y un cálculo de mente adulta que lo hace el más profundo de todos. La BBC lo llamó "el álbum Blanco que Blur jamás grabó", y es indudable que esté dentro de lo mejor hecho alguna vez por el londinense.

Sucede que ya es hora de tomarse en serio a un grupo visto hasta hace poco como un divertimento, nacido con la idea de darle sonido a cuatro dibujos animados. Bajo esa apariencia infantil, Gorillaz se permite reunir aquí a una lista de invitados que nadie se tomaría a la broma, y que incluye a Lou Reed, Snoop Dogg, Bobby Womack, De La Soul, dos ex-The Clash y la Orquesta Nacional del Líbano. Pero la mayor prueba de seriedad es la del propio Albarn como compositor y productor, quien sabe que lo diverso no quita lo profundo: entre estas canciones hay buen hip-hop, un brillante barniz de soul urbano, golpes de rock vehemente, y electrónica usada con inteligencia para nuevas texturas y pliegues (el mejor ejemplo es el sugerente crescendo de "Empire ants", que va de la contemplación al baile). No hay un single de gancho radial automático, como "Dare", ni estribillos tan prestos al coro como los de antes; pero Plastic beach despliega más capas, más ideas y más enfoques que ningún disco previo de un hombre que a los 41 años se titula al fin de máximo ideólogo pop.

—Marisol García

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