Elegante gesto técnico. En su paso por Santiago, Axl Rose dedicó lenguaje no verbal a la fanaticada, que repitió, por cierto, en cada ciudad de Sudamérica.
Carlos Padilla
CARACAS.- La legendaria banda de rock estadounidense Guns N’ Roses dio un concierto en Caracas con casi cuatro horas de retraso, pero la presentación de su líder Axl Rose calmó los ánimos de los impacientes fans que colmaron el recinto techado de El Poliedro.
A esta altura, las dimensiones de sus tardanzas para salir a escena no son ninguna noticia. En Sao Paulo y en Lima la banda apareció con tres de retraso, claro que en Perú le respondieron a botellazos la falta de respeto.
En Santiago de Chile los reportes indican tres horas y 20 minutos, mientras que en Buenos Aires, Axl Rose fue mucho más considerado con el público: sólo tardó dos horas.
En Montevideo, los registros de los diarios locales apuntan que la banda se tomó cuatro horas para salir a tocar. Ahora, en Caracas, Guns N' Roses estuvo a punto de igualar la marca. En total los números bordean las veinte horas.
Rechiflas bolivarianas: nadie puede
El público tuvo que esperar casi hasta las 02:00 de la mañana en El Poliedro caraqueño para reencontrarse con la banda y sólo había tenido rechiflas para los organizadores del recital, que salían cada cierto tiempo para calmarlo con avances sobre la ubicación de Rose.
Varios grupos venezolanos animaron la espera, pero después de la medianoche encontraron un público hostil por la espera. Rose se retrasó varias hora por el vuelo que lo trajo de Perú, como parte de su gira, y al final su entrada fue recibida con una ovación.
El concierto comenzó con el tema "Chinese Democracy", que da nombre a la gira que incluyó Brasil, Argentina, Chile, Uruguay y Perú. El diario "El Nacional" dijo que el tema clásico "Welcome to the jungle" trajo recuerdos a los presentes, quienes "vieron a Axl Rose envolverse en una bandera de Venezuela mientras corría de un extremo al otro del escenario".
Agregó que los nuevos integrantes del grupo, Richard Fortus, DJ Ashba, Dizzy Reed y Bumblefoot, tuvieron la oportunidad de demostrar su "talento no sólo en la ejecución de los temas, sino en la realización de varios solos a lo largo del concierto". La canción "Paradise City" cerró el concierto, seguido por una explosión de fuegos artificiales y efectos luminosos, indicando la despedida de la banda.