La compañía más aplaudida de 2009 vuelve a las tablas con la historia del más insigne niño yagán

SANTIAGO.- El año 2009 fue simplemente redondo para la compañía Tryo Teatro Banda. Su obra "Pedro de Valdivia, la gesta inconclusa", logró el premio del Círculo de Críticos, estar entre las únicas tres seleccionadas de la temporada para Santiago a Mil, una nominación a los Altazor y la más rotunda aprobación del público.

Por eso, el nuevo proyecto en que se involucraran Francisco Sánchez, Pablo Obreque y César Espinoza, necesariamente tendría que convivir con esa arrolladora herencia, y es lo que sucederá a partir del 8 de abril, cuando en el Teatro de la UC se estrene "Jemmy Button".

Sin embargo, los también responsables de "Cautiverio felis" intentan bajarse un poco de esa nube en que los pone el medio. "Como artista uno quiere tener libertad para crear", dice Francisco Sánchez, director de la compañía. Algo que en esta oportunidad de todas maneras tuvieron, ya que "esta obra la empezamos en 2008. Comenzamos a trabajarla con la presión de un proyecto Fondart, de tenerla lista para una gira a Magallanes, pero la creación fue libre y sin presiones", acota.

La razón de ese itinerario estaba en el propio tema central del montaje. Tryo Teatro Banda suele hacer una "marcha blanca" de sus obras en los lugares que originan las historias, y en esta ocasión ese lugar es precisamente el extremo sur chileno: Jemmy Button es el nombre con que se identificó al niño yagán que habitaba en Tierra del Fuego para la llegada del Beagle, en 1830, el mismo barco en que viajó hasta Inglaterra y que lo trajo de vuelta al canal Murray en 1833.

Su rostro en el diario del comandante Robert Fitz Roy es una de las más clásicas imágenes de texto escolar, y su paso de adolescente indígena a hombre "civilizado" forzosamente por los ingleses, es precisamente el período que recoge la compañía para dar vida a su nueva obra, centrada en la cortocircuitada "culturización" a que fue sometido Button.

El montaje se enmarca nuevamente en la "juglaría contemporánea" que el grupo ha transformado en su sello. "Nuestra compañía es itinerante, va de pueblo en pueblo, contamos historias del pasado, con música, gestos, pantomimas... Todo eso es muy del juglar, por eso le dimos el nombre de 'juglaría contemporánea'. Somos juglares, pero andamos en un furgón, tenemos micrófonos, iluminación y ya sabemos que la Tierra es redonda", explica Sánchez.

Claro que ésos no son los únicos sellos de estos juglares, que también suelen incluir guiños a la actualidad y chilenismos de estos días en sus textos. "Eso viene mucho de la comedia del arte, que es un estilo en que los actores improvisan sobre guiones muy sencillos, con un stock de poemas, canciones, refranes, que en cualquier momento aplican. Y por supuesto que siempre son mordaces contra los poderosos", agrega el director de la compañía.

Pero todo ese marco no merma el rigor en un montaje como "Jemmy Button", que también requirió de una gran investigación. "Nosotros hacemos creaciones colectivas, trabajamos con la improvisación como eje, pero hay también un trabajo de investigación súper grande. Leemos, vamos a los lugares. Para esta obra, la Ximena (Carrera, dramaturga) nos propuso una línea dramática, escribió un guión, que a veces tomábamos y a veces no. Fue un estilo mixto, que tiene algo muy bueno, porque el actor dice el texto como lo siente. Esa fusión ha sido muy buena", dice Sánchez.

La obra se estrenará el próximo jueves 8 de abril en el Teatro de la Universidad Católica, en una temporada que se extenderá hasta el 29 de mayo. Las funciones serán de jueves a sábado a las 20 horas, y las entradas tendrán valores de $6.000 general, $4.000 para tercera edad, y $3.000 para estudiantes y en las funciones de los jueves.