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Para decir adiós

El grupo del cantante inglés Mick Hucknall repletó la capacidad del Movistar Arena en la capital. Simply Red termina con su historia de 25 años y una cifra similar de grandes éxitos mundiales, como mínimo.

29 de Abril de 2010 | 10:45 |
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Mick Hucknall y su jerarquía en toda dimensión. Si existe un soul de corte inglés, ése lo tiene el cantante pelirrojo.

Andrea Robles
Son muchos los escenarios que hay en juego en un show de Simply Red. Esa propiedad quedó demostrada por el grupo que lidera el cantante inglés Mick Hucknall a su paso por Santiago, en la que transformóel recinto Movistar Arena de la capital a intervalos regulares en un pub para ir después de la oficina, en un karaoke, en un concierto y en un club bailable. Multitudinarios todos ellos además.

Sobre quince mil personas –quince mil seiscientas, según los organizadores– llegaron al concierto del cantante y sus músicos, en una audiencia considerable que regaló a Hucknall la postal de una arena copada de gente y entregada. Y Simply Red confirmó esta vez como dueño único del espectáculo lo que ya había probado en su visita al Festival de Viña de 2009: que de los éxitos radiales de los años '80 los suyos tienen un público fiel como pocos dispuesto a escucharlos en vivo.

Y muchas veces el grupo satisface esa expectativa. Pasa en muchas canciones, pero donde llega a ser impresionante es en el primer hit del grupo, "Holding back the years": "Ahora vamos a viajar de vuelta hacia 1985", anuncia Hucknall y el grupo de aplica a tocar esa canción nota por nota, tal cual como se ha escuchado una y otra vez en las FM de ayer y de hoy. Igual que en el disco. O en el caset.

La diferencia la hace Hucknall. Delante de una banda estándar, tan poco llamativa como muy eficiente en la ejecución de las canciones, el cantante tiene todo el escenario para sí. "Somos Simply Red", grita a modo de presentación y despedida, en un bonito gesto de generosidad, pero la elasticidad de sus movimientos, su gentileza para saludad una y otra vez, una voz en gran forma y la aptitud para generar la adoración del público son factores notorios que lo destacan casi como un solista.

El sonido es el consabido. Mick Hucknall encarna esa parte de la cultura popular inglesa seducida por el soul estadounidense y la columna vertebral de su concierto es ese sonido: el ritmo ágil del funk o pausado de las baladas, lo grato de los acordes jazzísticos a cargo de los dos tecladistas de su banda y el carácter de una guitarra entre funk y rock.

Los ejemplos abundan, entre la suavidad de guitarra acústica de "For your babies", la tibieza de "Stars", lo confortable de "Sunrise", con una cita explícita al original de Hall & Oates sobre el que está grabado, el ritmo bailable de "Something fot me started" o la fiebre de la estupenda "Money (Too tight to mention)".

Simply Red tiene un envidiable catálogo de hits radiales ochenteros para venir a capitalizar. Tantos que hasta se le quedan en el tintero los siguientes: "Infidelity", "It's only love", "Thrill me", "Wonderland", "Remembering the first time" y "Say you love me". Y lo que sí no puede faltar es el último bis con la balada "If you don't know me by now" para felicidad del público, pero así también es claro cuál es el mejor momento del show: "You make me feel brand new", canta Mick Hucknall para rendir el tributo más claro a su gusto por el soul. Es otro cover, esta vez de la banda disco setentera The Stylistycs. Y es el momento en que el show de Simply Red va más allá del pub, del happy hour, del karaoke o del club bailable porque se trata lisa y llanamente de emoción.
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