Dayenu

Sofia -así, sin tilde- quiere devorarse al mundo anglosajón. Desde sus letras hasta las actualizaciones del blog están en inglés. La modulación es perfecta. Los referentes apuntan al post-grunge / aggro metal (Creed, Linkin Park) con destellos de Muse, Foo Fighters y cierto espíritu emocore. Y ya han ganado concursos de financiamiento y proyección para bandas nuevas en Inglaterra (Slicethepie.com) y Estados Unidos (Ourstage.com).

De hecho, Dayenu (título que alude a un canto del Pesaj, la pascua judía) es una especie de superproducción. Un disco que apela a los estádares monumentales, guitarreros y vocalmente expresivos del rock estadounidense de la primera mitad de los '90.  "As 1", "Stop faking" o "Shut the pill" son rabiosas, desesperadas, con todos los instrumentos arriba. Hay baladas acústicas como "Perfection" o "Invisible" junto a momentos eléctricos como la triste "I'll be there". Y también hay pianos, algunos solos de guitarra y pirotecnia vocal. El problema es que tal como el grupo 1945 y su The only way out (2008), sólo saber que está interpretado por chilenos le da a la escucha un aire enrarecido. Pero mientras este dúo de hermanos exploraban el lado más épico de la raíz estadounidense, el grupo Sofia se queda en los referentes. Y si reconocemos sus capacidades -que en el disco quedan claras- podemos pedirles más.

En verdad, Dayenu pareciera ser gestado en una máquina del tiempo con destino en Seattle. ¿Es esto necesariamente malo? De ninguna manera, el problema es que por las mismas características y estructuras del post-grunge, las canciones son más lamentos y musculatura interpretativa. Nada de estribillos contagiosos o ese tipo de ritmos para salir a la calle y enfrentar la vida. Con algunas excepciones, claro, como la misma "Stop Faking". Pero, si Sofia quiere avanzar y, efectivamente, comerse el mundo debería matar al padre/influencia que hace tiempo está dando la lata con sus recuerdos adolescentes.

—JC Ramírez Figueroa