La makinita

Si en Afrorumba chilenera dejaron en claro que lo suyo no era encasillarse, con La makinita Juana Fe termina de demostrar que las calificaciones, hasta ahora, han sido mezquinas con ellos y siempre plagadas de lugares comunes. Se los ubica en algo así como la "nueva cumbia", y aunque efectivamente acuden a la traducción chilena de la tradición colombiana, sus canciones también se inscriben en la salsa, el ska y el rock, entre otros estilos. Se los menciona como uno de los grupos que lleva la batuta en el bullente movimiento parrandero, pero sus temas tienen tanto ánimo de fiesta como de protesta y reivindicación. Pero si en otros artistas lo que parece primar al respecto es cierto afán de diversificarse, de demostrar que pueden hacer más que lo que se dice, en Juana Fe la amplitud de mirada surge natural. El numeroso combo local se mueve con comodidad por las más diversas aguas, ensamblando versos y compases con milimétrica precisión.

Así se refleja desde la entrada con "La makinita", un tema que perfectamente podría tener una versión para sonoras, y que en la festividad de sus líneas melódicas entrega una crítica sin metáforas al sistema económico, la distribución de ingresos y la valoración del estatus. Una dualidad que se hace aun más patente en un tema como "La bala", poseedora del efecto parrandero propio de la mezcla de rock y ritmos latinos, y que aquí encuentra su cuota de rabia en la condena a la impunidad del crimen de Víctor Jara. En otros extremos están el romanticismo entrañable de "Chiquitita", o el divertimento bailable de "Click click", entre otros que evidencian la buena forma de la agrupación, inclinada a la búsqueda de arreglos complejos y de un diálogo común entre un universo instrumental cada vez más amplio, tanto en los melódicos como en las percusiones.

Los asiduos a buscar influencias tendrán para agarrarse la cabeza a dos manos: puede filtrarse algo de un cumbianchero clásico como Tulio Enrique León ("Zig zag"), así como de los Fabulosos Cadillacs ("La bala", "Bombo y guitarra"), Los Jaivas ("Bajando por el zig zag"), Rubén Blades (en una versión salsera de "La jardinera", de Violeta Parra) y hasta de un grupo como Damas Gratis ("Tengo luquita"). Pero éste termina siendo un deporte inútil y hasta algo irrespetuoso con una banda como Juana Fe, que rescatando los estilos de a uno o metiendo varios en la licuadora, ha logrado hacer de la diversidad su marca. La makinita muestra eso como nunca, en un disco que tiene tanto aroma a café, tabaco y ron, como a empanadas, vino tinto y pílsener.

—Sebastián Cerda