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Libro cuenta cómo se resolvieron los 50 crímenes "más horrendos" de la historia

"El libro de los forenses" repasa los asesinatos que estuvieron largo tiempo sin arrojar luces sobre los culpables, hasta que el apoyo de la ciencia logró descubrir la verdad.

19 de Mayo de 2010 | 10:38 | Por Sebastián Cerda, Emol
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Desde el primer método para descubrir el envenamiento con cianuro hasta atentados terroristas con centenares de víctimas, son algunos de los crímenes que incluye el libro.

Océano

SANTIAGO.- La recuperación de la novela negra es uno de los más marcados movimientos que el barómetro del mercado literario ha registrado en el último tiempo.

Incluso mirada en menos durante algunos años, hoy el alza en los bonos de las historias sobre el mundo del crimen es indiscutible, y la mayor prueba de ello está en el último fenómeno literario mundial: El título esta vez no recayó en un "Harry Potter" ni en unos vampiros románticos, sino en los oscuros relatos de Stieg Larsson en su trilogía "Millenium".

Así, muchos comenzaron a redscubrir a ilustres nombres del género, como James Ellroy, Raymond Chandler o el más nóvel Michael Connelly, dueños de algunas de las más celebradas plumas a la hora de relatar historias de bajos fondos o intrigas de sangre.

Pero si tras ese ciclo "evolutivo" algún lector pretende seguir dando pasos en su fascinación por los balazos y los asesinos inubicables, tal vez el siguiente deba ser buscar las historias ya no en el mundo de la ficción, sino en el real —aunque sin salirnos del ámbito literario, claro está—.

Quizá ellos, entonces, sean los que reciban con mayor entusiasmo esta novedad editorial: Se trata de "El libro de los forenses" (Océano, $12.500), un volumen que recuerda los "50 crímenes más horrendos", en los cuales la labor científica ha podido dar con causas y culpables.

Es posible que algunos no estén de acuerdo con la selección, y extrañen algún caso que recuerdan en particular, pero ante un universo tan basto como el de los crímenes que han ocurrido en el mundo desde que éste existe, atreverse a seleccionar ya es algo rescatable.

El escritor David Owen —quien no debe tener idea de criminales chilenos, por ejemplo— fue el que se aventuró, y su catálogo incluye casos tan resonantes como el de Alexander Litvinenko, el ex espía ruso que en 2006 murió envenenado con polonio, luego de varios días de agonía de los que el mundo entero fue testigo.

Ese caso se encuentra en el apartado "causa de la muerte", en los que los investigadores han tenido que dedicar sus mayores esfuerzos a determinar precisamente eso, qué fue lo que mató a la víctima, con el fin de resolver el crimen.

Los otros apartados son "fuego y explosiones"; "huellas dactilares, sangre y balística"; "el nombre de la víctima"; "hora de la muerte"; "mordeduras, cuchillos y perfiles"; "falsificación y suplantación de identidad"; y finalmente "indicios y ADN".

Balística, por ejemplo, aporta con otro caso histórico, el de Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, que en 1927 fueron ejecutados por un crimen ocurrido siete años antes, y en el que diversas pruebas apuntaban a ellos, aunque otras no pudieron ser comprobadas.

También hay casos definitivamente raros, como el de un tiburón cazado que vomitó un brazo, aunque los análisis determinaron que no fue arrancado por el escualo, sino por un cuchillo (es decir, su dueño había sido asesinado, antes que devorado). De este modo, el primer desafío para los forenses fue determinar a quién pertenecía la extremidad.

Todos los casos están ordenados de la misma manera: Primero de expone el delito, luego el caso, después la prueba y, por último, el resultado, por lo que seguir cada ejemplo es sencillo, por mucho que alguno haya ocurrido en Crowborough, en 1924.

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