Pablo Neruda se demora nada en aparecer en el nuevo disco del cantautor español Ismael Serrano. Ahí está a la altura de la cuarta estrofa de la primera de estas quince nuevas canciones, como parte de un inventario de ocupaciones poéticas que el cantante baraja antes de concluir en que, pensándolo bien, se conforma con menos: más que probador de espejos, piloto de cometas, médico de flores o cartero de Neruda, él quisiera ser hombre al fin y al cabo, declara Serrano para redondear una canción dedicada al derecho al trabajo según la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Ismael Serrano no renuncia a citar a un poeta en particular, ni renuncia sobre a todo a ser poético en general, fiel a la carrera de trovador que a lo largo de ya nueve discos ha dedicado a cantar sobre las cosas trascendendes y las cotidianas al mismo tiempo. Tal como pasa, al azar, en un verso de otra de estas canciones: en "Preguntas" Serrano canta, poético "Quizá sea la noche abriéndose como una terrible flor", y luego, cotidiano, "Quizá sea el maldito telediario", que es como llaman los españoles al noticiero. En ocasiones alcanza vuelos más altos que ese promedio, como cuando en "Oxímoron", título que alude a una expresión que encierra en sí misma dos conceptos antagónicos, en efecto conjuga versos como "Apresúrate despacio, amor mío" al lado de otros como "luces oscuras", "armas inteligentes", "caos controlado" o "noticias del diario". Lo que hace pensar que Serrano pone en duda que las que salen en los diarios sean de verdad noticias. Lo que hace pensar que no anda nada de perdido.
Pianos, baterías, teclados, arreglos de violines y el sonido de cuerdas metálicas de ese instrumento llamado dobro son algunas de las variadas sonoridades con que están orquestadas estas canciones. En Acuérdate de vivir hay además una chacarera en "Se ha enredeado en tu cabello", un ritmo de son caribeño con tres cubano en "Tu susurro" y unas bulerías flamencas pero con piano y armónica en "Papel encontrado en la cocina", como desbordes naturales del cantante hacia músicas del mundo. A veces incluso parece remontarse a sus años más trovadorescos, de esos de cantautor con sólo voz y guitarra. como en los comienzos de "Te vas" o de la miniatura de "Mensaje en el contestador". Pero sólo en los comienzos. En esas mismas canciones luego deja entrar a todos los demás instrumentos y termina confirmando que en la actualidad ha avanzado hacia la música pop.
—David Ponce