Oye como va: Músicos latinos recuerdan los diez años de la muerte de Tito Puente

SAN JUAN.- Reconocidos músicos puertorriqueños elogian el legado del “rey del timbal” y polifacético genio de origen boricua de la percusión Tito Puente (1923-2000), al cumplirse el próximo lunes diez años de su muerte.

Luis “Perico” Ortiz, quien fue trompetista de la orquesta de Puente durante la década de los años setenta, reconoció el orgullo que sentía el timbalero de ser de origen puertorriqueño como una de sus más importantes características.

"Eso trasciende más allá de un solo de trompeta y el sentir y necesidades como pueblo a nivel musical,” sostuvo Ortiz, quien este año cumple 50 años en el mundo de la música.

Ortiz, quien estuvo a cargo de los arreglos de las legendarias canciones “Pedro Navaja” y “Plástico” de Rubén Blades y Willie Colón en el disco Siembra, sostuvo además que Puente colaboró con él en un catálogo de canciones que tiene para el mercado de Japón. Rememoró que junto a Puente realizó discos de Benny Moré, Mirta Silva, Charlie Palmieri, las Estrellas de la Fania y la Combinación Perfecta.

El también trompetista Elías Lopés, uno de los primeros integrantes de El Gran Combo de Puerto Rico, indicó que Puente fue "un súper músico, especial y de los pocos percusionistas que tenía la habilidad de arreglar” las canciones. Ernesto Antonio Puente, nombre verdadero del artista, es reconocido como uno de los grandes músicos en la historia por su incursión en los géneros del jazz, el mambo, el chachachá, la pachanga, el guaguancó y la salsa.

Soft and suave: el swing de Tito

Puente nació de padres puertorriqueños el 23 de abril de 1923 en el hospital público de Harlem, en Nueva York. El artista se inició en la música como bailarín junto a su hermana, Annie, aunque durante sus años en la escuela superior decidió estudiar piano, percusión y saxofón.

Su primera oportunidad como músico fue a los 15 años cuando formó parte del grupo Estrellas del Futuro, y un año más tarde logró profesionalizarse y se certificó como instrumentista en la Unión Local de Músicos de Nueva Jersey.

El artista se unió posteriormente a las orquestas de José Curbelo y de la agrupación de Stork Club, así como la del pianista cubano Anselmo Sacasas, en Chicago. A los 18 años, Puente grabó su primera producción junto a la orquesta Suave Swing, que incluyó los temas “Los hijos de Buda,” "Yumba,” “La conga” y “Cachita”.

Rey del timbal y del mambo

Tras el lanzamiento del disco, Puente fue reclutado para la Marina de EE.UU. y ejerció como saxofonista y percusionista de la banda del buque donde estuvo destinado. Tras culminar sus años en el servicio militar, Puente fue a la búsqueda de trabajo en varias orquestas, hasta que en el 1946 grabó junto a otros músicos “Los reyes del mambo”.

Un año después, debutó como director musical de la orquesta de Pupi Campo, tras desempeñarse como percusionista de una banda brasileña que dirigía Fernando Álvarez y en la que Charlie Palmieri ejercía como pianista.

Durante los siguientes años, Puente presentó espectáculos en El Palladium y se unió a varios grupos hasta que en 1949 formó su propia orquesta en la que se destacó como timbalero, ganándose los apodos del “Rey del mambo” y “Rey del Timbal”.

Su primer éxito lo logró con Abaniquito que grabó en 1949, para posteriormente, de 1951 a 1955, sacar al mercado los álbumes Cuban Carnival, Puente goes jazz, Night beat y Dancemania.

En 1979 ganó su primer Grammy por el álbum Un tributo a Benny Moré. Puente logró un mes antes de morir uno de sus grandes sueños al presentar un concierto junto a la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, en el Centro de Bellas Artes de San Juan.

El timbalero, que grabó más de cien discos, ganó cinco Grammys, fue condecorado con dos doctorados honoris causa, obtuvo un doctorado en Artes y Ciencias y una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.