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Operación Teatro Oriente

29 de Mayo de 2010 | 00:01 |
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En una frase, fue uno de los mejores conciertos chilenos de 2009. No sólo por el valor de la música que este quinteto santiaguino de jazz y rap ya ha venido poniendo en circulación desde 2007 en vivo y desde 2008 en discos, sino sobre todo porque la actuación que dieron el domingo 15 de octubre del año pasado en el Teatro Oriente de la capital fue un concierto a otro nivel. A otros niveles, en rigor: tres niveles, el del quinteto original, el del mismo quinteto amplificado con el sonido de una orquesta y el regreso al núcleo inicial.


Tres "movimientos" tiene hoy el registro de esa actuación, Operación Teatro Oriente, el primer DVD de Cómo Asesinar a Felipes. Movimientos, como los de los conciertos de música sinfónica, porque ésa es la nueva frontera ganada por el grupo. En su disco previo, Un disparo al centro (2009), el quinteto había convocado a quince músicos de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Chile para sumar nuevos timbres a su combinación inicial de rimas de hip-hop sobre bases de jazz. Y ahora el nuevo paso era poner en escena ese experimento, que vuelve a ser uno de los mejores de la temporada con el fragor inmediato en vivo agregado a los arreglos del pianista Marco Meza.


En la apertura y en el cierre de Operación Teatro Oriente, Cómo Asesinar a Felipes sigue siendo un puro quinteto. Y este registro también funciona como una evidencia en vivo de ese funcionamiento, entre la aptitud de DJ Spacio para resignificar todo lo que corta y pega en sus tornamesas, las armonías invaluables que Marco Meza diseña sobre los teclados de los pianos acústico y eléctrico, el trato siempre creativo y expresivo que dan el bajista Sebastián Muñoz y el baterista Felipe Salas a sus instrumentos, nunca relegados a la función de sólo una base rítmica, y la actitud y la métrica personales con que Koala Contreras va a al frente con las rimas del grupo. Todo está registrado por una cámara que, por alguna razón, sólo captura la escena desde el ángulo izquierdo del escenario, pero que nunca pestañea, que deambula por el teatro y lo sobrevuela desde las tomas más panorámicas hasta aterrizar e inmiscuirse en detalle por los intersticios más mínimos que dejan los instrumentos para regalar una mirada priviliegiada a la música de este grupo. Han sido tres años y tres registros y ya es una regla: Cómo Asesinar a Felipes se sigue superando cada vez.