Manuel García entró a grabar el disco S/T un par de días después del terremoto del 27 de febrero. Si bien ya tenía las canciones definidas, la catástrofe modificó todo. Sobre todo a nivel emocional. El músico confesaría que muchas canciones fueron grabadas entre las fuertes réplicas que vinieron durante los días posteriores, cuando los músicos instalaron en la Sala Master como punto fijo.
El músico también reconocería cuánto lo afecta cantar. Algo que se insinuaba en los celebrados álbumes Pánico (2005) y Témpera (2008) y que se explicitaba en sus shows en vivo, donde muchas veces se le escapaba una lágrima en plena interpreteación. Acá eso vuelve a ocurrir con "Amistad", la estremecedora canción que cierra el disco y que se hizo pensando en la dramática historia dos niños que fueron arrastrados por el mar en Constitución.
Porque García no sólo protagonizó un rescate del folclor, la herencia de la Nueva Canción Chilena y, sobre todo, la trova en el pop nacional. También regresó a lo "social" del movimiento. Una perspectiva vinculada con la actualidad, que precisamente necesitan las nuevas generaciones. Él mismo diría antes de cerrar esta conversación: "hay que cortarla con eso de que el músico no puede tener una opinión política y social".
-¿Donde estabas para el terremoto?
-En Barcelona. Después tomé el avión y me quedé atascado en Argentina, sin saber nada. Había muchos chilenos en los aeropuertos, gente llorando, sin poder comunicarse con la familia. No encontramos respaldo en las aerolíneas ni consulados, tampoco en el plano político. De eso se ha hablado súper poco, de la indefensión y la total incomunicación de los chilenos en el exterior. Había muchos que no tenían plata para alojamiento ni comida. Y nadie dio la cara.
-Esto modificó tu proyecto de disco, me imagino...
-Totamente. Lo bonito fue que los músicos empezaron a grabarlo antes que yo volviera. Montaron el estudio en la Sala Master y le instalaron sillones, para que venieran a acompañarnos los amigos. Eso me emociona mucho. En el disco hay una carga humana fuerte. Fue grabado para agradecerle al público, cantando con mucha emoción, sintiendo el miedo, el valor de enfrentarlo. Sin saber qué iba a pasar. En el fondo canté con la mente en la tragedia.
-¿Te tocaron réplicas mientras lo grababas?
-Unas tres réplicas importantes. Me acuerdo de una. Mientras comezó a moverse mis músicos empezaron a poner los ojos de plato, pero siguieron tocando igual. Fue así durante los cinco días que grabamos.
-¿Cuál sería la canción que mejor representa todo eso?
-"Amistad". Es sobre los dos niños que "se fueron" en una camioneta en Constitución. La historia la contó un obrero que se puso a rescatar gente, y los vio desaparecer en un vehículo. En esos dos hermanos pensé cuando la cantaba...
-Y se te quebra la voz. Cuando cantaste "Te recuerdo Amanda" en un Festival del Huaso de Olmué y te pasó lo mismo.
-Sí, es cierto ... me suele pasar cantando. Yo creo que el virtuosismo es una trampa donde quedas atrapado si no sabes administrarlo. Tienes que sacar la voz, la fuerza de tu interior. Me emociono también cuando compongo. Voy en la mitad y no puedo seguir... Hay varias cintas donde me pasa eso. Acá me pasó con "Amistad" y "Joan". Me tiembla la voz un poquito.
Folclor, rock y música de cámara popular
-Tú fuiste cara visible de un movimiento de cantautores a mediados de la década que demostró a los músicos jóvenes que no era necesario tener una banda para expresarse... ¿estás de acuerdo?
-A mí me honraría mucho participar de ese fenómeno. Tuve la suerte de estar trabajando con esa esa intención, que ya era la hora de revisar la guitarra, catalizar lo que habia sido el rock cruzándose con el folclor y cantar sobre otras cosas. Me tocó grabar un disco muy valiente como Pánico, que iba muy a la orillla de lo que los medios iban trabajando. Pero era algo que iba a ocurrir en algún minuto. He sido afortunado al vivir eso...
-¿Vives de la música?
-Puedo decir que sí. Sabiendo todas las complicaciones de esto, nunca he hecho otra cosa que no sea música. Siempre he defendido eso, ya sé un poquito como arreglármelas económicamente.
-Acá hay una mitad acústica y otra eléctrica, en la vieja tradición dylaniana. O de Sabina...
-Sí, S/T recogió varias instancias: está presente la guitarra, la banda de rock y la orquesta con piano y pandero.
-¿Pop de cámara?
-De cámara popular (asiente).
-Tengo entendido que la canción dedicada a Joan Jara es la primera que se le compone directamente...
-Es un tema que yo comencé a trabajar acá, pero terminé en México. Era un puro estribillo que fue creciendo. Cuando fue el funeral de Víctor Jara lo enviamos como manera de saludo, en un video. Pero al final se convirtió en parte de este LP. Es una canción muy sencilla que habla de la persona que más ha tenido vivo su recuerdo.
-A propósito, ¿cómo ves la situación del Chile Bicentenario?
-Como ciudadano estoy muy preocupado por los nuevos tiempos, No quiero que se acaben las píldoras de solidaridad, ni que abandonemos a la gente del sur. No me siento afín con el nuevo gobierno, pero creo en los jóvenes, los pingüinos y la gente que desde la base haga cosas: los músicos callejeros, los titiriteros, los artistas. Hay que apostar al futuro y para que en el siglo XXI Chile deje de mentirse a sí mismo.