EMOLTV

Director de teatro Lluís Pascual se aleja de las tablas para conducir “La Donna del lago"

El famoso artista catalán estrenará esta pieza del belcanto en el Teatro Garnier de París el próximo 14 de junio.

05 de Junio de 2010 | 15:28 | EFE
PARÍS.- Lluís Pasqual volvió a ponerse al servicio de la música, esta vez muy lejos “del teatro de prosa,” según dijo durante los ensayos de “La Donna del lago” (1819), melodrama de Rossini cuyo estreno absoluto tendrá lugar el próximo día 14 en el Teatro Garnier de París.

Para este director internacional, que en 2011 retomará la dirección del Teatro Lliure de Barcelona y que ha afrontado múltiples óperas, algunas de ellas en el Teatro del Châtelet y en la Opera Nacional de París, ésta es la primera vez que “hace belcanto.”

Es lo “más alejado del teatro de prosa” porque es un claro ejemplo de que el argumento y la música no tienen nada que ver, subrayó.

Música para la voz humana

El belcanto, destacó el ex director del Teatro de Europa del Odeón de París (1990-1996), “es estar al servicio de la voz, de esas voces portentosas, capaces de hacer un repertorio que muy poca gente puede hacer y que además, o es perfecto o no se puede hacer.”

Pasqual se servirá en París entre otras grandes voces de dos de las más celebradas del momento, las de Joyce DiDonato (1969) y Juan Diego Flores, con quien trabajó por primera vez hace 7 años cuando el tenor peruano “era igual de bueno pero no tan conocido,” recordó.

Hasta ahora nunca había coincidido, sin embargo, con la mezzosoprano estadounidense ni tampoco con el director de orquesta Roberto Abbado, mientras que los autores del decorado y vestuario de "La Donna del lago,” Ezio Frigerio y Franca Squarciapino, son colaboradores habituales del cofundador del Lliure.

El director catalán, Caballero de la Legión de Honor francesa desde 1979, a quien la crítica italiana acaba de premiar por el conjunto de su obra, se instaló en París hace algo más de un mes para dar vida a esta “Donna” de Rossini, coproducida por la Opera Nacional de París, La Scala de Milán -donde podrá verse en 2011- y el Covent Garden de Londres, donde llegará en 2014.

Durante uno de esos momentos de “ebullición” previos al estreno, el director español destacó ante todo de “La Donna del lago” que su libreto “es una excusa para hacer música para la voz humana.”

Por ello dijo intentar rendir “una especie de homenaje al belcanto,” con “algo muy simple, muy elemental, para que la música pueda circular con libertad.” Simple no quiere decir minimalista pues, adelantó, la acción transcurre en “un inmenso teatro vacío, viejo, quemado, destruido, por donde circulan una especie de fantasmas, personajes de ópera, bailarines, algo “muy Garnier,” como en el siglo XIX, cuando se cantaba aquí aún en vida de Rossini (1792-1868).

Tres hombres enfrentados

El argumento narra la historia de tres hombres enamorados de una misma mujer y “está a un paso del romanticismo pero aún no es romántico, es todavía neoclásico"; el fondo es de guerra civil y de exiliados políticos, “pero si uno escucha la música se da cuenta de que eso va por otro lado,” subrayó.

En realidad, resumió, se trataba de ofrecer “un gran momento de placer, escuchando cantar independientemente del argumento,” pues el drama es muy profundo, pero la música “es noble, alta, luminosa, y fría,” gélida como el hielo, que puede quemar tanto como el fuego.

Para rubricarlo, Pasqual (Reus, 1951) recordó cómo Rossini hizo dos óperas, una en Italia y otra en Francia, “exactamente iguales musicalmente” aunque con argumentos diferentes y situados en diferentes épocas. "Le daba igual,” el libreto “no era importante,” recalcó. En “La Donna del lago,” por ejemplo, se reúnen una montaña de coristas y de ejércitos y “suena un arpa"; es otra cosa lo que importa, pero los oídos contemporáneos han cambiado y “ya no asimilan esos horrores del libreto con la belleza de esa música,” añadió.

Como corresponde a un complejo montaje de “gran ópera,” sobre el escenario habrá abundante “movimiento escenográfico, ascensores, bailarines, coristas y figurantes,” explicó. El espectáculo podrá verse hasta el 10 de julio en el Palacio Garnier, sala que el ex director del Centro Dramático Nacional (1983-1989) aprecia muy en especial, por ser “más pequeña, más recogida, más inteligente, sin problemas de audición,” que “esas bestias de teatro tan grandes.”

Garnier es “como un teatro de prosa pero un poco mas grande,” destacó este gran conocedor de García Lorca que el pasado 14 de mayo estrenó “Doña Rosita la soltera” en el Piccolo Teatro de Milán, y que tras sus vacaciones también inminentes promete hacer una comedia.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?