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El MoMA muestra la etapa más enigmática y experimental de Matisse

Ciento veinte pinturas, esculturas y dibujos serán parte del magistral exposición del maestro francés, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

16 de Julio de 2010 | 12:07 | EFE

NUEVA YORK.- Los cinco años más enigmáticos y experimentales de la carrera artística de Henri Matisse y su influencia en su obra posterior son el centro de la próxima gran exposición del Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York, la primera dedicada a ese periodo del pintor francés.

"Matisse: Radical Invention, 1913-1917” explora un momento fundamental de la carrera de Henri Matisse (1869-1954), justo "cuando desarrolló sus trabajos más exigentes, experimentales y enigmáticos”, señaló el MoMA sobre esta exposición que estará abierta al público del 18 de julio al 11 de octubre próximos.

Por medio de 120 pinturas, esculturas, dibujos e impresiones realizadas por el maestro francés en esos cinco años se quiere mostrar “su proceso de trabajo y la revolucionaria experimentación de lo que él mismo llamaba sus métodos de construcción moderna”, dijo el museo.

El comisario de la muestra, que ya ha pasado por The Art Institute de Chicago, John Elderfield, explicó hoy que “el objetivo de la exposición es hablar de los grandes cambios que sufrió Matisse cuando volvió de Marruecos a mitad de 1913”.

"Decidió hacer un cambio bastante brusco en su pintura pasando de dibujos coloridos a enfatizar la forma”, explicó el experto, que agregó que fueron también los años en que el pintor francés empezó a prestar atención a los artistas más jóvenes, en especial a los cubistas como Pablo Picasso (1881-1973) y Juan Gris (1887-1927)”.

Matisse regresó a París de un viaje a Marruecos en 1913, y allí permaneció hasta que en 1917 decidió instalarse en Niza, en el sur de Francia, una etapa que para los expertos es un momento decisivo en la carrera artística de uno de los máximos representantes del fauvismo.

"En esos cinco años desarrolló sus trabajos más experimentales y enigmáticos, con pinturas abstractas y de las que rigurosamente eliminó los detalles, composiciones geométricas dominadas por los negros y grises”, agregaron las fuentes.

Elderfield recordó también la amistad entre Matisse y Picasso y que entre ambos, además de la relación personal, había otra de competición.

“Matisse se resistió al cubismo porque creía que era demasiado intelectual. Él siempre dijo que pintaba por instinto”, dijo y agregó que Matisse “no quería ideas ni quería pensar en cómo acabaría una obra, sólo quería empezar a pintar y ver qué pasaba. Creía que el cubismo era demasiado planificado”.

El cubismo empezó a ser popular en 1913, recordó Elderfield, que consideró “bastante meritorio que Matisse, siendo un artista ya establecido, mirara lo que hacían los jóvenes y se los tomará en serio”.

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