''El hito del descubrimiento de nuestro país es un fracaso absoluto'', dice Plana. Ésa fue una de las ideas que le dio más vueltas a la hora de dar vida a ''Almagro''.
José AlvújarSANTIAGO.- Las cosas le están saliendo bien a Cristián Plana (30). Tras cosechar sonoros aplausos en Chile con las obras "Partido" y "Comida alemana", el joven director teatral logró hacer lo propio en Brasil, donde hoy se encuentra en su segunda tanda de presentaciones, de la mano de esta última obra.
Plana, quien ya tuvo un exitoso paso por Río de Janeiro en mayo, culmina hoy su participación en el Festival de Río Preto en Sao Paulo —considerado por muchos como el más importante certamen teatral de Brasil—, donde se ha sorprendido con el recibimiento del público a su montaje inspirado en Colonia Dignidad, coproducido por la Fundación Teatro a Mil (Fitam).
"Acá el tema de la colonia es súper fuerte, tienen muchas historias que se emparentan con la obra, y permiten que el público la lea desde su realidad, desde sus historias de abuso, de ex militantes nazis que llegaron, y de sus propias vivencias con dictaduras y sistemas opresivos", cuenta.
Pero esos aplausos, una invitación a presentar el montaje en Francia, y hasta una figuración entre los "líderes jóvenes" de revista El Sábado, no son los únicos espaldarazos que el director ha recibido.
Para su próxima obra, "Almagro", centrada en la figura del descubridor de Chile, Plana consiguió lo que muchos directores no habían podido en años: Reclutar como protagonista a Alfredo Castro, destacado actor que llevaba largo tiempo fuera de las tablas, centrado en su trabajo como director.
Según Plana, más difícil que convencer a Castro le resultó decidirse a ofrecerle el papel. "Pero una vez que se lo propuse, no tardó mucho en interesarse. La idea de volver a actuar le pareció bien, desde el lugar actoral que yo le proponía, que era enfrentarse a la paradoja de no actuar 'malamente', viendo cómo se volvía a instalar en el escenario desde todo lo que ha vivido y trabajado en el arte de la actuación. Y ambos nos fascinamos con la idea de revivir a Diego de Almagro", cuenta.
La obra —que toma pasajes de "Purgatorio", de Raúl Zurita, e "Hijo de mí", de Antonio Gil— se estrenará el jueves 29 en el Teatro La Memoria, donde estará hasta el 4 de septiembre con funciones de jueves a sábado (entradas a $6.000 y $3.000).
El director cuenta que la idea de trabajar con Diego de Almagro surgió "un poco influenciado por la fiebre Bicentenario", pero sobre todo por el vínculo que el personaje permite hacer entre la identidad nacional y conceptos como el fracaso.
"Me acordé de este personaje, de la historia que uno leía en el colegio sobre el cruce por la cordillera y, finalmente, del fracaso que implicó esa venida. El hito del descubrimiento de nuestro país es un fracaso absoluto, una empresa frustrada, y eso habla un poco de nuestra identidad", dice Plana. "El personaje me pareció interesante, esa escena de Almagro devolviéndose de Chile sin encontrar nada de lo que buscaba". agrega.
Precisamente en ese período de la vida del descubridor se ubica "Almagro", que muestra al español "como un cuerpo devastado, viejo, sumido en un abismo de olvido. Ya no recuerda lo que ha sido, lo que ha hecho, los lugares por los que ha cruzado. Es un cuerpo en medio del desierto, desatando un discurso que intenta reconstruir una identidad olvidada. Está justo en la vuelta desde Chile, cuando decide devolverse; en el purgatorio, un lugar de tránsito en medio de la nada, como el Desierto de Atacama".