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Tenor estrella Jonas Kaufmann pone Festivales Wagnerianos a sus pies

A los 42 años es una de las nuevas figuras de la lírica europea con proyección global. El cantante hizo el papel protagónico en la puesta de "Lohengrin" y sólo sumó elogios de la crítica y del público femenino.

26 de Julio de 2010 | 14:23 | DPA
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Jonas Kaufmann impuso su voz y su presencia en los Festivales Wagnerianos de Bayreuth.

El Mercurio
BAYREUTH.- El ascendente tenor alemán Jonas Kaufmann considera un punto de inflexión en su carrera su exitoso debut en el Festivales Wagnerianos, donde ayer interpretó el papel protagónico en la puesta de "Lohengrin" a cargo del polémico director Hans Neuenfels.

"Diría que llegué a Alemania", señaló Kaufmann, de 41 años, en entrevista con dpa. "Canté en muchos sitios antes, pero Bayreuth es el bastión número uno para cualquier cantante en el ámbito germanoparlante, y a pesar de ser en el interior de Alemania tiene un aire internacional".

Cantar en la Colina Verde, como se llama la exclusiva sala de Bayreuth, implica ciertas exigencias, dadas las condiciones acústicas producto de la fosa cubierta y de lo austero del área para el público. Pero por eso mismo se produce un efecto acústico "inmenso", porque el sonido "puede desarrollarse mejor", señaló el tenor.

Además, el director de la orquesta no tiene contacto visual con quienes están sobre el escenario. A eso se suma la enorme exigencia del público. "Uno llega a calzarse los zapatos que usaron grandes antecesores", señaló Kaufmann, quien sólo obtuvo reconocimiento en Alemania luego de haber cantado en otros países.

"Gracias a que me contraron salas del extranjero empecé a ser tomado en cuenta y respetado de un modo completamente distinto en Alemania. No soy el primero, pero aún así me asombra de que un artista alemán tenga que ganarse primero renombre en el extranjero para recién entonces obtener el reconocimiento en su propio hogar", señaló.

Neuenfels, de 69 años, tiene por su parte una larga trayectoria como "director escándalo", y para el que también fue su debut en Bayreuth se fijó grandes objetivos. Al final debió exponerse a la acostumbrada mezcla de abucheos, aplausos, silbidos y gritos de "bravo" que suele suceder a sus puestas.

En su "Lohengrin", con el que abrió la edición número 99 del festival, los miembros del coro aparecen vestidos de rata. Transformar al coro en roedores fue lo que más irritación causó entre el público. Según explicó el director, la decisión se relaciona con el planteamiento de si es posible creer aún que el ser humano tiene salvación. Además de Kaufmann en su rol del Caballero del Cisne, fue elogiada Annette Dasch, que encarnó a Elsa.
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