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La metamorfosis solista

Este viernes lanza su primer disco tras nueve años de cantar al frente del grupo de rock Truman. Y el cantante Mauricio Riveros piensa a largo plazo: en diez años más, o en cincuenta incluso. "Porque tengo la verdad", dice. Aunque la frase exacta es "Porque tengo La verdad": así se llama su disco.

10 de Agosto de 2010 | 23:06 |

Después de nueve años como parte del grupo de rock chileno Truman, el cantante Mauricio Riveros está embarcado en un proceso cuya etapa inicial partió en las primeras horas de este año y va a culminar el viernes, en el estreno de su primer disco como solista, La verdad.


El cantante, rebautizado simplemente Riveros, lanzará el disco en la Sala SCD del barrio Bellavista (ver recuadro), y, a las puertas de cumplir un año tras el fin de su banda previa, el show tendrá una apertura especial: en lugar de teloneros habituales, cantantes de diversos grupos tocarán canciones de Truman en nuevas versiones.


Para Riveros será el turno de mostrar su nuevo repertorio, incluido el primer single, llamado "El lobo herido". Es una de las canciones que ha estrenado desde que debutó como solista el 4 de enero en la Sala SCD de Bellavista y en fechas sucesivas en los bares K-Pital o La Batuta, donde ha mostrado novedades como "Aquí no se sabe del miedo", "La flor inconforme" y la propia "El lobo herido".


-Es la canción que representa más este disco y más se aleja de lo que había hecho antes. Es un bolero medio dramático -define-. Si bien vengo haciendo una carrera de nueve años con Truman, decidí no afirmarme en las canciones ni en el público de ese grupo. Para mí una carrera solo significaba comenzar de cero, para ver qué público íbamos a encontrar.


También encontró una banda nueva. "Esta carrera la planteé como solista, para hacer las canciones donde sea, con una guitarra de palo, como fueron compuestas, pero en el camino me encontré con una banda", explica. "En el disco yo toco todo solo, es una especie de primer disco de (el noventero cantante inglés inglés) Babylon Zoo, donde hago los teclados, las guitarras. Pero en vivo invité a estos músicos, que vienen de una escuela súper distinta a Truman".


Esa actual banda de Riveros está integrada por Ricardo Manríquez (guitarra), Rafael Mena (bajo), provenientes del disuelto grupo de rock Los Cracks, y Edita Rojas (batería), integrante de Electrodomésticos entre varios otros grupos. Y en el disco también tiene a músicos invitados, como el cantante español Carlos Ann. "Carlos es uno de mis músicos favoritos. Él es del under español, y me siento bien reflejado en sus letras, en su música, en su evolución musical. En qué debería terminar de convertirme yo como artista en varios años más, quizá en diez años", calcula.


El compositor en que me he convertido


La primera canción de Riveros como solista data de agosto de 2008, entonces subida a su sitio en MySpace. "Pero quería que todo el mundo supiera de este disco. No quedarme sin publicarlo", recuerda.


-Se notaba ese entusiasmo en que mostrabas la carátula aunque el disco no estaba terminado.
-Sí, por supuesto. El arte de la carátula fue lo primero en estar listo. Ya sabía qué quería mostrar y qué resultado podía lograr. Truman se había acabado, y no me iba a quedar de brazos cruzados.


Otro adelanto fue la canción "De todo en esta vida", que Riveros incluyó en el disco Música por Chile en ayuda a las víctimas del terremoto 2010. En esa versión está grabada junto a Cathy Lean, cantante de los grupos Malcorazón y Rever y actual solista y compositora. "Con Cathy siempre tuvimos una cercanía, nos entendemos muchísimo, podemos tener charlas de horas guitarra de palo en mano y habíamos actuado muchas veces"


-¿Esa canción es un buen adelanto de cómo es el disco?
-De hecho es medio confuso, porque es la canción que abre el disco y es casi puramente electrónica, pero el resto tiene que ver con todos los estilos que me gustan. Empieza con canciones electrónicas, luego hay un momento más rockero, como que la electrónica se va desvaneciendo, y termina con un vals acústico.


-Dijiste que "El lobo herido" es un bolero. ¿Hacer un bolero es algo bastante más adulto, menos juvenil?
-Sí, y sin embargo no sé cómo se dio mi relación con el bolero. Si te digo que fue en mi casa o por mis abuelos miento. Creo que fue una cosa bien espontánea, pero me di cuenta de que estoy haciendo algo nuevo. Además que une público. Y tiene que ver con el compositor en que me he convertido. Probablemente hay canciones menos rock en este disco, pero cuando tenga cincuenta años no las voy a justificar. No voy a decir "Estaba joven". No: van a funcionar igual.


Salía con el pelo rojo incendiado 


Durante sus nueve años de actividad entre 2001 y 2009 Truman grabó el disco Sueños al oído (2007), la compilación Lazos (2008), el EP Así en ti (2009) y dejó inédito un álbum llamado Frío (2009), además de varios clips grabados antes de su primer disco, para canciones como "Crecer" (2004), "Nébula" (2004), "Descifrarme" (2006) y "Fallar" (2006), a menudo entre plumas, maquillaje y vestuario especial.


-Antes de sacar el disco nos dábamos cuenta de que en México teníamos mucho feedback. En México tú sabes que la estética es muy importante, y estaban impactados de que un grupo como Truman fuera independiente, en crónicas que se escribían o por los videos en YouTube. En otras notas acá hablaban de cómo un grupo con esta presencia escénica no tenía la presencia mediática que debería. En ese tiempo no estábamos, no sé, en la Cumbre del Rock, por ejemplo. Eso no se ha detenido. En los primeros conciertos de este año salía con el pelo rojo incendiado. Es entretenido jugar con eso. De hecho en mi web hay una sección de fotos que, cuando se estaba construyendo, yo decía "Qué diablos tenía en la cabeza".


-Plumas. Tenías plumas en la cabeza. O unos cachos.
-Sí, hay un concierto bien especial en la Sala SCD donde aparezco con una corona de reina y un traje emplumado. En (la Sala) SCD se acuerdan de eso, el señor de la puerta me dice "Qué diablos se va a poner hoy día". O "No bote tantas plumas que las tengo que recoger hasta tarde". Yo siempre he ido a ver muchos conciertos, cuando era más chico era jueves, viernes y sábado, y era muy fome ver a la banda haciendo el mismo show. También encuentro fome preguntar a la gente lo que quiere ver. No: yo nunca les voy a dar lo que quieren ver. Yo siempre les voy a dar más. Si esperan ver algo o escuchar algo parecido a lo que hice antes, no, no lo voy a hacer.


-¿Con eso se mantiene un público fiel?
-No sé si sea más difícil, porque no estoy haciendo las cosas para el público. Si gano un público con esto me parece maravilloso, y ciertamente se ha ganado un público más inteligente. Truman nunca fue una banda de fanatismo ni que nos gritaran por ricos o lindos o no sé. Siempre fue por las canciones. Y me interesa mucho más eso que el público que grite y no entienda lo que estamos diciendo.


Siempre tuve este dejo más oscuro


La última actuación de ese grupo fue en septiembre de 2009. "En un momento empecé a recibir correos (con mensajes) como 'no es justo que acabe Truman'. O me pasó que un programador de cierta radio que nunca nos puso me dijo 'Pucha, nunca los vi en vivo'. Y Truman no tocó cinco ni seis veces en vivo, tocamos trescientas veces, y no toqué en mi casa, tocamos en La Batuta , en (la Sala) SCD… Si nos dicen no es justo, tú no estabas ahí cuando te necesitábamos. Es una cosa por la que no respondo, porque ya hice ese camino".


-¿Pero te interesa el público, te importa hacer música pop?
-Creo que ser popular en mi trabajo como Riveros va a ser una consecuencia. Con Truman fue uno de los objetivos, ser populares, poner un tema en la radio.


-¿Y funcionó?
-Hubo muchas decepciones, pero también fueron varios objetivos logrados, tal vez de manera no programada. Cuando el primer disco sale con (el sello) EMI se acabó en las tiendas en la primera semana (con un tiraje inicial de quinientas copias, dice). Ese objetivo se logró, sacar buenos singles, que se hablara del grupo afuera, hacer un público. En tener un reconocimiento mayor fallaron un poco los medios. Pero me tiene tranquilo. Ahora estoy esperando otra cosa, y eso tiene que ver con que no toque canciones de Truman.


-Al revés de lo que pasa con los músicos alternativos, ¿es más frustrante hacer música pop y que no sea popular? ¿Ustedes tenían esa ambición?
-Sí, teníamos la convicción y había un trabajo previo. Hasta ese entonces ninguna banda había sacado cinco singles sin editar un disco. Ése es el éxito de ese disco, que la gente terminaba comprando un "grandes éxitos", entre comillas. Pero creo que en realidad nunca fuimos pop. Creo que el pop es una virtud.  Hay compositores pop muy talentosos, Koko Stambuk, Gonzalo Yáñez, pero nosotros no teníamos la melodía pop. Siempre tuve este dejo un poco más oscuro, y conquistamos a un público más oscuro. Creo que lo nuestro siempre fue por un lado más alternativo.


El nivel de fanatismo era súper fuerte


A propósito de asuntos varios Riveros tiene en la memoria impresiones de esas actuaciones en vivo. Como una en el club Pagano, en Valparaíso.


-El público ahí es un poco más audaz que el de (la discoteca) Blondie, por ejemplo -compara-. Recuerdo que el camarín era una bodega de uno por uno, donde guardaban cajas de bebida, y ahí tenía que cambiarme. Yo salí con unos guantes de encaje, y en eso ponen a varias personas frente al escenario para que no se tiraran encima. Yo decía "no es necesario", y sí era necesario, porque me tironeaban y todo. Después voy al camarín, me quito los guantes, los dejo en una mesa, me empiezo a tomar una cerveza y se abre una puerta, entra una mano y saca un guante. Y yo afirmo la mano, y era una chica. La miro y le paso el otro guante. Y luego salgo y estaba con sus amigos tomándose algo con los guantes puestos. El nivel de fanatismo allá era súper fuerte, y me gustaría mucho ir a ver qué pasa ahora.


O luego Riveros recuerda otra actuación, en el bar Santa Locura, de la comuna de Recoleta en la capital. "Tengo una anécdota en particular. Estábamos en un concierto y había un tipo medio rudo en la barra. Aparte de que yo soy el cantante que usa falda… y me miraba con cara de que me iba a golpear. "Quién es este emplumado…". Y yo filo, hice mi trabajo, después bajo del escenario, voy a la barra y el tipo sigue mirando. Y me dice 'Vo' cantai de adentro'. Y ahí nos pusimos a hablar, me invitó un trago y todo bien…


-Aparte corajudo de tu parte ir a la barra al lado del tipo.
-Es que es asumir el trabajo, no más: si estoy haciendo esto lo hago bien, lo hago del todo, no voy a hacerlo a medias.


Una convicción parecida vale para el disco, que el cantante finalmente publicará con el sello Alerce. "Necesitaba que este disco fuera publicado en formato físico", dice. "No saco nada con pasarme seis meses en un estudio si después voy a reducir todo eso a un MP3. Los fanáticos de la música más estrictos, que son el público al que pretendo apuntar aunque sean menos, son los que busca el disco, y los que agotaron Sueños al oído, de Truman".


-¿Es una pena que el último disco de Truman no vaya a salir nunca?
-En un momento me dio pena, pero ahora ya no, porque tengo La verdad.


-Suena mesiánico dicho así de corrido.
-Porque también es la verdad de lo que yo soy... Sí, tienes razón que suena así. Pero ya le dediqué tiempo al pasado, hay muchas cosas por hacer.


Una voz profunda y bien particular


Riveros ha hablado todas estas cosas que ha dicho durante más de una hora continuada con el mismo tono de voz, que es ese timbre grave y lóbrego con el que canta. Una cosa es cierta: nadie podría acusarlo de fingir ese tono sólo para grabar discos o actuar en vivo.

-En Sueños al oído hay varias cosas que canto y que ahora digo "Uf", pero no pienso en corregirlas, porque era yo el que estaba ahí. Creo que ahora con La verdad me pegué un despegue además como cantante. El estilo me lo permitió. Ahora no me debo al rock estricto ni al rock alternativo. Puedo hacer un bolero. Creo que tengo este timbre y esta voz muy particular que me distingue de otros cantantes.


-¿Es sólo el timbre natural o son influencias deliberadas? ¿Nunca te gustó Peter Murphy, por ejemplo?
-No. Es curioso, porque hay gente que cuando salió (la canción) "Descifrarme" me decían, "Ay, Piter Merfi". Y yo tengo discos de Peter Murphy (el cantante del grupo dark inglés Bauhaus), pero no está en mi cabecera. Hay otros cantantes que sí me parecen más inspiradores, que no son populares por acá. Por ejemplo Carlos Ann.


-¿Te gusta como canta Claudio Valenzuela, de Lucybell?
-Creo que Claudio es bien particular y tiene su estilo, pero no me interesa como cantante, tampoco como letrista. Yo no escucho Lucybell. Con el disco Sueños al oído hubo un par de comentarios de gente que claramente no había escuchado el disco y que decían "canta igual a Claudio Valenzuela". Que era muy chistoso, con Claudio nos reíamos. Creo que él tiene una voz profunda y bien particular, y yo tengo una voz profunda y bien particular, pero es la única relación.


-¿Y te gusta Víctor Manuel como cantante?
Bingo. "Sí, me interesa muchísimo", dice Riveros, a propósito del astro español responsable de impactos radiales como "Quiero abrazarte tanto" ("Siento tu mano fría correr despacio sobre mi piel…"), "Soy un corazón tendido al sol", "Sólo pienso en ti" (todos de 1979), "Ay amor" (1981) o "Bailarina" (1982). "Es cosa bien curiosa, porque me pasa que de repente en reuniones con músicos de diferentes bandas, de diferentes estilos, la rayan y la ultrarrayan con Radiohead, y está bien, pero yo la rayo con Víctor Manuel. Creo que en Frío (el disco que nunca salió) yo quería convertirme más en un héroe de la canción AM que en un ídolo del rock alternativo. No me interesa ser alternativo. Si alguien quiere poner mi disco al lado de uno de Raphael, increíble. De hecho al final de los conciertos suena un tema de Raphael".