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GIT prepara su regreso a Chile: "Estamos sonando bárbaro"

El grupo, nombre esencial en el rock latino, lleva cinco meses de ensayos para su retorno a los escenarios, con estación en Santiago la próxima semana. Del reencuentro, el pasado, Chile y Gustavo Cerati, nos cuentan aquí.

11 de Agosto de 2010 | 15:07 | Por Sebastián Cerda, Emol
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Guyot, Iturri y Toth, tal como en la sigla que les dio nombre: GIT. Aunque en su regreso el trío ha grabado dos canciones nuevas, su único plan para el futuro es, hasta ahora, la edición de un disco en vivo.

Fénix

SANTIAGO.- En un principio, las carreras de Soda Stereo y GIT parecían correr por rieles paralelos. "Al que le gustaba GIT no le gustaba Soda. Era así acá, en Chile y en Perú también", recuerda hoy Alfredo Toth, desde Argentina.

"Los periodistas les preguntaban a los Soda, ellos decían que éramos viejos, y nosotros respondíamos que eran unos pendejos (se ríe). Boludeces, porque en realidad nos llevábamos muy bien. Por eso un día hicimos una foto juntos en Zapallar", dice el bajista y vocalista del trío de "Es por amor", recordando la visita que ambos grupos hicieron a Chile para presentarse en el Festival de Viña, en 1987.

Hoy las trayectorias de ambas bandas vuelven a andar por rieles diametralmente distintos. Mientras el trío de Toth, Willy Iturri (batería) y Pablo Guyot (guitarra) se prepara para volver a los escenarios —incluyendo un paso por Chile el próximo 18 de agosto—, el espíritu de los disueltos Soda Stereo sufre por el grave accidente cerebro-vascular de su líder, Gustavo Cerati, quien hoy cumple en coma 51 años.

GIT también lo resiente. "Las cosas no están muy bien que digamos. Lamentablemente él sigue en estado vegetativo. Esperemos que termine bien. Él tiene la fuerza necesario para hacerlo", dice Guyot.

Pero el éxito que compartieron en los 80 y el duro trance de la actualidad no es lo único por lo que el reagrupado trío recuerda a Cerati. Una famosa frase de su compatriota les sirve hoy para graficar el carácter que tiene su regreso a los escenarios. "Supongo que será como una burbuja en el tiempo, como bien dijo Gustavo", dice Guyot aludiendo a la reunión de Soda en 2007.

"Todos estábamos trabajando bien en lo que hacemos. Con Alfredo trabajamos juntos hace años, hemos producido discos de muchas bandas argentinas y de otras partes, desde Los Enanitos Verdes hasta Bersuit, o Los Piojos. Pero justo este año las paralelas se cruzaron, y se dio todo para que estuviéramos haciendo esto en este momento. Nos estamos divirtiendo mucho tocando, nos vamos a tomar este año para eso, y el próximo veremos", agrega el guitarrista.

Hoy y ayer

La efeméride del retorno está en febrero de este año, cuando el grupo se presentó en el festival Cosquín Rock. "Ver a la gente gritando, saltando y descubriendo de a poco quiénes éramos... ¡Porque fue una sorpresa, nuestra presentación no fue anunciada! Cuando se dieron cuenta, terminó todo el mundo cantando los temas", recuerda Willy Iturri sobre ese día. "Los músicos que tenían que tocar estaban todos alrededor de nosotros, muy expectantes. Realmente fue genial", agrega Toth.

Ése fue el punto en que el reencuentro tomó definitivo rumbo, luego de unas primeras sesiones algo más trabadas. "Fueron cuatro temas los que empezamos a tocar. Estaba 'Viento loco', 'Ana', 'Es por amor', y algún otro. El primer día nos reíamos nosotros mismos, no era la misma química que teníamos antes, pero a las dos semanas ya estábamos sonando bien y nos divertíamos, que es lo más importante", cuenta Guyot.

"Ahora van cinco meses desde que estamos ensayando, así es que a esta altura ya estamos sonando bárbaro, con muchas ganas de presentarnos. Y estamos muy contentos de ir a Chile, que va a ser una de nuestras primeras presentaciones", agrega el vocalista.

La relación con nuestro país es marcada para los tres. Primero, porque en temporadas más largas o más cortas todos han vivido un tiempo en Chile. Luego, porque los recuerdos del éxito que aquí tuvieron en los 80 continúan vivos.

Guyot rememora: "Esos años fueron los mejores para el grupo. Uno de los lugares que mejor nos recibió siempre fue Chile. Es más, creo que de ahí partimos para toda Latinoamérica, después de que tocamos en Viña, que nos abrió una puerta muy grande. Lo pasamos muy bien. Era asombroso en esa época estar en el Hotel O'Higgins y que afuera haya habido más de 500 personas saltando. Sacabas la mano por la ventana y se escuchaban los gritos. Era como un cuento. Muy lindo".