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Santiago: Viernes 19 de abril del 2024 | Actualizado 09:51
''Esta orquesta prueba que se puede vivir sin estar de acuerdo'', aseguró el músico.
EFEUnas 50.000 personas asistieron hoy al concierto que dirigió Daniel Barenboim en Buenos Aires, donde músicos israelíes y palestinos que acompañaron al director y concertista de 68 años, desplegaron obras de Ludwig van Beethoven, en forma gratuita y al aire libre.
El concierto comenzó con la obertura Leonore III y la electrizante Quinta Sinfonía de Beethoven, ovacionadas largamente por el público. Barenboim se presentó así por segunda vez para el público argentino en la famosa avenida 9 de Julio de la capital argentina, dado que en 2006 había dirigido a una orquesta que ejecutó tangos clásicos del repertorio porteño.
El músico, quien realiza una serie de presentaciones en el teatro Colón de Buenos Aires, ofreció su primer concierto en el país hace sesenta años, cuando era un niño de siete. El martes próximo la orquesta, llamada West-Eastern Divan, ofrecerá otro concierto gratuito en el teatro Gran Rex de la calle Corrientes de Buenos Aires.
Barenboim, argentino de familia judía de origen ruso, opinó en referencia al conflicto en Medio Oriene que "los palestinos debieran declarar unilateralmente el Estado palestino para que sea reconocido y pueda negociar en un estado de igualdad con Israel", al término del concierto.
"Llevamos 20 años de negociaciones, pero el fin no puede ser precisamente las negociaciones sino la paz", agregó. "Este no es un conflicto bélico ni político, sino humano", dijo.
Además, sostuvo que "esta orquesta prueba que se puede vivir sin estar de acuerdo. No tenemos un consenso aquí, pero los músicos han aprendido a vivir escuchando al otro y cuando tocan son uno".
Consultado por la agencia estatal Télam acerca de la experiencia de este recital popular al aire libre, el pianista y director argentino-israelí aseguró que "fue una inyección de felicidad para todos y los músicos están encantados", y agregó: "hoy tocamos aquí porque Argentina es un país libre".
Finalmente, Barenboim aclaró que "este proyecto alcanzará su dimensión total cuando la orquesta pueda tocar en todos los países. Tiene que tocar en Tel Aviv, en Beirut, en Damasco".
