Aun en una gira producida personalmente y con propios medios, como la que este grupo acaba de cumplir por cuatro ciudades del sur de Chile, puede haber detalles imprevistos. Es lo que pasó en la última de esas fechas, cuando el pasado sábado Jovenabuelo terminó tocando en Concepción como parte de un concierto en solidaridad con los veintidós presos mapuches que desde el 12 de julio se mantienen en huelga de hambre en cinco cárceles desde el Bío Bío al sur.
-No sabíamos que era un concierto solidario, nos enteramos sobre la marcha -explican los músicos, que en esa ocasión tocaron con el solista Cantáreman y el grupo Fey Kutral, ambos de Concepción. Se trata de la huelga que los prisioneros de cinco penales mantienen durante ya 51 días tras demandas como el fin de los dobles procesamientos por las leyes civil y militar y la no aplicación de la ley antiterrorista a sus causas, entre otras reivindicaciones. "Nos parece bien que alguien al menos organice estos festivales, como un llamado a informarse de lo que está pasando. También forma parte del mensaje que queremos dar", agregan.
Jovenabuelo es un grupo integrado por Ignacio Cea (guitarra), Javier Nacif (teclados y secuencias), Ricardo Valdés (bajo) y Javier Hechenleitner (batería), y en su caso la idea de "mensaje" no es literal. Es un grupo instrumental que está cumpliendo cinco años desde su debut en vivo en 2005, y cuya próxima actuación será como parte de otro aniversario, invitados al episodio en vivo con que el programa de música independiente "Perdidos en el espacio" celebrará sus quince años de emisiones (ver información en el recuadro), siempre por la Radio Universidad de Chile.
-En "Perdidos en el espacio" siempre nos han dado la mano, cuando tenemos tocatas o lanzamientos -reconoce el baterista-. Y todos los años hemos tenido conciertos medio importantes, donde vienen los papás y las mamás, los abuelos y los tíos. Y el 30 va a ser el concierto importante de este año. Y además tenemos las herramientas para hacer un material audiovisual, así que vamos a hacer un DVD.
Ese DVD será el más reciente registro en la carrera de Jovenabuelo, quienes ya han grabado los discos Ya listo chao (2007), 6123 (2009) y Niño sol (2010), además de un mediometraje asociado a este último disco, a partir del cual la imagen se ha amalgamado definitivamente con el sonido en el trabajo del grupo. Al punto de que el cuarteto actúa con el encargado de las proyecciones visuales, Sebastián Arriagada, como quinto integrante. Así lo harán este lunes en la radio y en su siguiente actuación también, en Valparaíso.
-Con todas estas fecha en regiones, ¿es distinta la experiencia a tocar en Santiago?
-Hay más disposición -dice Javier Cea, el guitarrista.
-El solo hecho de gestionarlo ya es distinto -coincide el baterista-, que te respondan un correo o cuando hablas con alguien… Aquí gestionar algo y es súper complejo, los locos no están ni ahí.
-¿Lo mismo para el público?
-Les gusta que bandas de Santiago vayan para allá -continúa el guitarrista-. Podríamos decir que somos mucho más conocidos en Valpo que acá en Santiago, considerando en total de la gente que nos conoce. Vamos a Valpo y nos piden temas. Acá es más raro.
A todo el personal citado, Jovenabuelo suma además a un ingeniero de sonido como parte del elenco, otro rol clave en el trabajo del grupo. "Somos estudiantes de ingeniería en sonido y le damos mucha importancia a eso", confirma Hechenleitner. "Una banda instrumental tiene que sonar en vivo muy bien, si no para qué. Para nosotros el ingeniero es el eneavo integrante. El quinto, el sexto…".
-El sexto ya, considerando al hombre audiovisual.
-Sí. Porque él toca con nosotros.
-La consola también es un instrumento, y la pantalla igual. En un momento sumaron también a una artista visual. ¿Tienen una tendencia a abrir el grupo a otras disciplinas?
-Son las ganas de hacer las cosas bien -explica Cea-. Ya listo chao (el primer disco) fue más espontáneo, más entre nosotros, y para el segundo (6123, cuando empezaron a trabajar con la artista visual Natalia Cerda) nos propusimos que tuviera un arte (diseño de la carátula) y que alguien se encargara de eso.
-Pasó lo mismo con el sonido -agrega Javier Nacif, el tecladista-. Cuando tocábamos en la época del primer disco era el que nos apañara no más con el sonido, que generalmente era el sonidista que estaba en el local. Luego nos empezamos a preocupar más.
Día uno en el Bar Uno
Esas primeras fechas datan de 2005, año en el que Jovenabuelo hizo sus primeras actuaciones entre la serie de grupos de rock, ruido, música electrónica y experimental armados por organizadores autogestionados como la Productora Mutante y en puntos de encuentro como el festival Horse Fest o el Bar Uno, pequeño reducto del barrio Bellavista en la capital. De esos días en Jovenabuelo recuerdan haber tocado con grupos como diAblo, Fosfeno, C.O.N.E.J.O. y Gotera.
-Bandas que existieron un tiempo -dice Cea.
-Eran buenos los Gotera -recuerda Nacif.
-¿Era una ventaja que Jovenabuelo fuera distinto a esos grupos?
-Fueron siempre buenas experiencias -concluye el tecladista.
-Fue hace tiempo, la primera época. Fue un aprendizaje igual todo ese tiempo. Yo me siento honrado de haber tocado en Bar Uno. Estar ahí pegado a la gente también es una experiencia -reconoce el guitarrrista.
-¿En un momento dejaron de tocar en ese circuito?
-En un momento nos independizamos, ya pudimos llevar nosotros la amplificación y empezamos a producir un poco más el cuento -recuerda Hechenleitner.
-¿Con la imagen pasó lo mismo? ¿En el tercer disco se volvió igual de importante que la música?
-En particular fue en Niño sol que apareció la importancia de la imagen -dice Cea.
-¿Y cómo llegaron a eso?
-Para mí fue revolucionario ir a ver a Kraftwerk.
-¿Cuando tocaron con Radiohead o solos?
-Cuando tocaron con Radiohead (el 26 y el 27 de marzo de 2009, en la pista atlética del Estadio Nacional). Todos los temas eran videoclips. Todos tenían una imagen, en la que no aparecían ellos tocando, y cada tema era un concepto.
-¿De hecho después de Krafwerk te fue a la casa, no viste a Radiohead?
-(Se ríe) Llegué alucinando.
-A mí particularmente me pasó que me pregunté por qué estoy haciendo música -agrega Hechenleitner-, por qué estoy tocando la batería, y claro, es algo que se siente súper rico, pero de repente pasa a ser súper ego, el tema del músico, de la banda… Lo que me gusta de la música es entregar un mensaje, contar cosas, decir cosas.
-Como que se quedaba en nosotros muchas veces la música -coincide Cea-. En cambio con imágenes podemos comunicarnos mejor con la gente.
-¿La opción tuvo que ver con ser un grupo instrumental?
-Como no tenemos letra, la imagen tiene ese sentido -dice el guitarrista-. Nos podríamos haber quedado en la abstracción para siempre, pero queríamos decir cosas un poco más concretas y específicas, aunque igual siguen siendo abiertas, porque son imágenes de libre interpretación.
-Antes estaba la música, el sentimiento, pero faltaba el concepto -distingue el baterista.
-Faltaba contenido -precisa Cea-. Ése es el tema. Con las imágenes trajimos más contenido a la música. Para el disco Niño sol trabajamos acá en la sala de ensayo tocando todos los temas con Sebastián (Arriagada, a cargo de las proyecciones visuales) y pensando en qué imágenes deberían tener los temas.
-O sea es casi como tener un cantante, pero en vez de hablar tiene imágenes.
-Sí, igual hicimos un guión, y en el minuto tanto aparece tal imagen -ejemplifica el baterista, y con ese mismo guión Jovenabuelo está postulando a un fondo cultural estatal para publicar el mediometraje asociado a Niño sol.
-¿No son imágenes que puedan grabar ahora ya?
-De repente no es tan fácil -dice Hechenleitner-. O sea igual pasa que algunas imágenes son muy antiguas… Hay cosas que sí se pueden generar y otras que no.
-¿Cuál es una idea de Jovenabuelo que no se pueda salir a la calle y grabar al tiro, por ejemplo?
-Puta, un hombre… atajando un tanque. O no sé, una persona cortada por la mitad mientras otra tira una bomba.
Si una banda de rock progresivo como Pink Floyd resolvió con dibujos animados ese tipo de desafío audiovisual, las influencias reconocidas por Jovenabuelo son más recientes y se concentran sobre todo en torno al noise o ruido de guitarras y al movimiento conocido como post-rock a fines de los años '90, cuando grupos como los estadounidenses Tortoise o los escoceses Mogwai exploraron en las posibilidades del ruido y la música instrumental entre otros recursos.
-La música que tocamos está en nuestra historia de vida, en toda la música que hemos escuchado, desde Pearl Jam y Faith No More hasta el jazz -revisa Javier Cea-. Y todo eso se plasma de alguna manera, pero concretamente esta banda está marcada por influencias que parten del postrock y del noise.
-¿Vieron a grupos chilenos de rock instrumental de ese tiempo, como Gnosis, Mota, SuperSer, Dizlecciko, Griz?
-Tocamos con Griz y Diablo, una vez -dice Cea-, en una tocata como con ocho bandas más, con Neurotransmisor y Dizlecciko también.
-Y la otra vez estuve buscando discos de Mota -agrega Nacif-. Me mostraron unos temas de ellos y me gustó caleta, pero no he encontrado el disco.
Un nexo más directo va a tener Jovenabuelo con el rock instrumental chileno de esa generación: es la versión que el grupo grabó la próxima serie documental "Lado B", que prepara la misma productora a cargo de la realización del venidero DVD del grupo. Jovenabuelo se encargó de tocar una canción de Congelador, "Núcleo".
-Un tema corto -dicen-, que lo hicimos pedazos igual.