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Rockero Van Morrison, el "león de Belfast", cumple 65 años sin hacer ruido

De Moondace en 1970 a los tiempos actuales de Keep it simple. Una figura del rock inrlandés que no se extingue. Hoy Van Morrison entra oficialmente en la tercera edad.

31 de Agosto de 2010 | 13:38 | EFE

LONDRES.- El rockero Van Morrison, conocido como el "león de Belfast”, sigue siendo un referente de la música folk, soul y blues, que hoy cumple 65 años, casi cuatro décadas después de hacer historia con el disco Moondance.

Hace dos años que publicó su último trabajo de estudio, Keep it simple (No te compliques) y eso es precisamente lo que el norirlandés ha hecho desde entonces, ya que ha reducido considerablemente el número de actuaciones en vivo.

Saxo y voz: la mezcla imposible

Polifacético músico con dominio de la guitarra, la armónica, el piano y el saxofón, y autor de canciones tan versionadas como "Gloria”, George Ivan Morrison entró en el Salón de la Fama del Rock en 1993 y sigue siendo considerado uno de los artistas más influyentes de la música contemporánea.

Hijo único de unos padres amantes de la música -él, electricista, ferviente coleccionista de discos; ella, empleada en una fábrica y cantante aficionada-, Morrison ha reconocido que los álbumes de jazz, country y blues que había en su casa le despertaron el interés por la música, que ya no pudo abandonar cuando a los doce años le regalaron su primera guitarra.

Aún iba al colegio cuando formó su primera banda, The Sputniks. Con 16 años tocaba por los bares de Belfast con The Monarchs. Grabó su primer disco en 1964 y un año después emigró a Estados Unidos para actuar como telonero de los Doors.

Tras el éxito alcanzado con “Gloria” en 1964, tema que grabó como líder de la banda Them y que posteriormente sería versionado por artistas como Patti Smith o AC/DC, Van Morrison vivió una de las épocas de mayor creatividad de su carrera.

La danza de la luna

La disolución de Them y su matrimonio con la actriz Janet Planet, con quien tuvo su primera hija, le animaron a instalarse en el país considerado la cuna del country.
Parte de su vida en Estados Unidos la pasó en la localidad de Woodstock, donde el contacto con la cultura hippie influyó en el que está considerado su mejor trabajo, Moondance (1970), un álbum empapado del amor a la naturaleza y la alegría de vivir.

Le seguirían Van Morrison, his Band and the Street Choir (1970), Tupelo Honey (1971), It’s too late to stop now (1974), que fue su primer disco en directo, y A period of transition (1977), que le llevó de gira por toda Norteamérica.

Van Morrison volvió definitivamente al Reino Unido en 1977. Fue entonces cuando se unió a la Iglesia de la Cienciología y comenzó a labrarse su fama de arisco, tirano con sus músicos y reacio a las entrevistas y cualquier tipo de labor promocional.

Son célebres sus encontronazos con el público por incidentes relacionados con el uso del teléfono móvil durante sus actuaciones en las que el artista, que libró una dura batalla contra el alcoholismo cuando era joven, ha prohibido al consumo de alcohol para “no distraerse” cuando alguien va a pedir una copa.

A finales del año pasado un hacker anunció a través de la página web de Morrison que había vuelto a ser padre a los 64 años, noticia que el músico desmintió para confirmar que continúa casado con Michelle Morrison, con quien tiene dos hijos.

El próximo 24 de octubre, en el Royal Albert Hall de Londres, Morrison volverá a actuar ante el público británico en un año en el que apenas se le ha podido ver sobre los escenarios del Reino Unido. Desde hace algunos años, los críticos afirman que los conciertos del “león de Belfast” lo son más que nunca por una voz ronca que no siempre alcanza las expectativas, pero que aun así merece la pena correr el riesgo por si tiene una de esas noches que recuerdan por qué el nombre de Van Morrison debe escribirse en mayúsculas en la historia de la música del siglo XX.

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