Alberto Plaza es uno de los músicos chilenos con una buena cuota de exposición en las radios locales.
El Mercurio
SANTIAGO.- Tras la aprobación por parte de la Cámara de Diputados de
una ley que obligaría a las radios a incluir en su programación diaria un 20 por ciento de música chilena, la Asociación de Radiodifusores de Chile (Archi),
volvió a manifestar su rechazo a la medida, aludiendo que “atenta contra la libertad editorial de las radios".
Así lo explicó el presidente de la entidad, Luis Pardo, quien aseveró que “nosotros no compartimos la forma en que algunos legisladores pretenden imponernos un porcentaje arbitrario de música chilena o música nacional".
Lo anterior se debe a que, a su juicio, esta medida “vulnera la libertad e independencia de las líneas editoriales de las radios".
En la misma línea, el líder del gremio radial, sostuvo que “esta ley no soluciona, ni ayuda, al problema de la música chilena, que requiere de otro tipo de análisis y de incentivos para solucionar sus problemas de difusión y de presencia en el mercado nacional".
Según manifestó, en el actual escenario que se vive, en cuanto al acceso a las tecnologías de información y la masificación que han alcanzado, una iniciativa de este tipo va en desmedro de un medio tradicional como es la radio.
Éxodo inevitableAl respecto sentenció que “hoy día imponerles a las radios, que no son la única fuente de acceso a la música, un porcentaje arbitrario de difusión de música nacional, va a significar, en el mejor de los casos, que la gente va a emigrar a otros soportes en busca de la música que le gusta, ya sea internet, los dispositivos electrónicos y la televisión por cable, es decir, ya en desmedro de la radio".
Pardo dijo además que una buena forma de fomentar la producción y difusión de la música chilena, sería crear incentivos como los que se implementaron para la industria cinematográfica y apuntó que “hay políticas públicas que se han aplicado en el cine, por ejemplo, donde en vez de imponer cuotas de pantalla a las salas de cine y medidas de ese tipo que se discutieron largamente, se optó por financiar y ayudar a la creación con una orientación empresarial que transformó el cine chileno amateur, en una verdadera industria con los resultados que todos conocemos".
Finalmente enfatizó que lo más negativo de esta ley, es que “pasa por encima de la decisión del público". La iniciativa fue aprobada en la Cámara de Diputados y ahora sólo falta que se le de luz verde en el Senado, para que sea una ley.