''Iron Man 2'' sí logró conquistar al público y facturó US$312 millones.
APLOS ANGELES.- El verano de 2010 ha terminado oficialmente para Hollywood y, según los conocedores del sector, se trata de una temporada para olvidar. Si las frescas temperaturas en el sur de California no fueron lo bastante malas como para desanimar a los hollywoodienses amantes del sol, se encargó de hacerlo el anémico nivel de la taquilla.
Los cines estadounidenses vendieron este verano menos tickets que ningún otro en la última década. Por eso, pese al elevado precio de las entradas, los ingresos bajaron un uno por ciento respecto al año pasado, hasta una cifra estimada de 4.240 millones de dólares. La venta de tickets cayó un seis por ciento a 538 millones, según la asociación nacional de dueños de cines.
Probablemente el aumento de un 4,5 por ciento en el precio de los tickets, hasta una media de 7,88 dólares no fue lo que más disuadió al público de comprar una entrada para el cine. La principal causa fue la falta de calidad de las nuevas películas para atraer a posibles clientes, afirma el portavoz de la asociación Patrick Corcoran.
"Es demasiado rápido y fácil apuntar a los precios de los tickets y decir que esa es la razón por la que el verano se da mejor o peor", dijo citado por "The Hollywood Reporter". "La diferencia en casi todos los años radica en lo atractivas que sean las películas".
La temporada parecía empezar bien a principios de mayo, con un "Iron Man 2" que facturó 312 millones de dólares. Pero Hollywood no fue capaz de producir blockbusters con su frecuencia habitual -sólo 11 cintas superaron la marca de 100 millones de dólares este año, tres menos que en 2009- en un verano donde las audiencias se hartaron de la dieta cinéfila de secuelas y remakes.
Algunas franquicias, no obstante, funcionaron notablemente bien. Pixar mantuvo su envidiable récord con "Toy Story 3", que facturó 405,7 millones de dólares en Estados Unidos, convirtiéndose en el ganador de la temporada.
"Crepúsculo: Eclipse" también logró acaparar audiencia con 298 millones de dólares, mientras que por otro lado, la fantasía futurista "El origen" de Christopher Nolan justificó su elevado presupuesto con 270,5 millones de dólares en taquilla.
Más decepcionante fue "Shrek por siempre", con unos ingresos de sólo 212 millones de dólares, pero aún así le fue mucho mejor que muchas otras películas con sustanciosos presupuestos que naufragaron en taquilla.
Esta lista de la vergüenza incluye el "Robin Hood" que encarnó Russell Crowe, que recaudó 100 millones de dólares, y el "El príncipe de Persia" de Jack Gyllenhaal, que logró sólo 90 millones de dólares. Ambas partían de un presupuesto de 200 millones de dólares.
La gran promesa de las tres dimensiones también fracasó. En parte, debido a que no hay aún suficientes pantallas de cine que permitan más de un hit en 3D a la vez, pero también porque los cineastas se centraron demasiado en los efectos más que en el fondo de sus películas. Y el público no ha querido pagar el suplemento en los precios que acompaña a las películas en 3D.
En el más puro estilo Hollywood, la industria espera un cambio en otoño, cuando los estudios lanzan sus filmes con vistas a la temporada de premios y las películas suelen ser menos palomiteras que en los meses estivales.