BERLÍN.- La Premio Nobel de Literatura rumano-alemana Herta Müller dijo hoy que a pesar de las acusaciones contra su amigo, el poeta Oskar Pastior, según las cuales trabajó para el servicio secreto rumano Securitate, lo sigue queriendo.
"No tengo por qué distanciarme de Oskar Pastior. Sigo queriendo a una persona igual que antes", señaló Mller en la Casa de la Literatura de Berlín en referencia a su amigo fallecido en 2006.
Müller dijo que al principio, cuando se enteró de las acusaciones, se sintió enojada e indignada. "Sin embargo, cuanto más me entero de los detalles de esta acta, tanto más mi enojo se transformó en tristeza", afirmó. Agregó que el caso tiene muchas aristas y es muy complicado. "Es una historia trágica", dijo.
Previamente, en declaraciones publicadas hoy por el diario alemán "Frankfurter Allgemeine Zeitung", Mller confesó que enterarse de este caso "fue una cachetada".
El presidente de la asociación de escritores PEN, Johano Strasser, describió por su parte la participación de Pastior en el servicio secreto como una "tragedia".
Durante una lectura el jueves por la noche en Berlín, Mller habló sobre el servicio secreto y su colega rumano-alemán Pastior, pero no sobre la relación de éste con Securitate. La escritora denunció varias veces el accionar del servicio secreto que generó terror en tiempos del dictador comunista Nicolae Ceausescu.
En su novela "Atemschaukel", Müller narra la deportación de Pastior a un campamento de trabajo soviético tras la Segunda Guerra Mundial. Ahora salió a la luz que el poeta, quien murió en 2006, fue informante de Securitate entre 1961 y 1968 bajo el nombre secreto "Otto Stein", según informó el germanista alemán Stefan Sienerth en la revista científica "Spiegelungen".
Müller trabajó intensamente junto a Pastior durante los tres años previos a su muerte para averiguar más sobre el destino de los rumano-alemanes deportados. La relación de los dos fue tan buena que incluso quisieron escribir la novela juntos. Sin embargo, recién meses después de la muerte de Pastior, Müller retomó el trabajo sola.
El presidente de PEN, Strasser, advirtió acerca de juzgar al escritor de forma póstuma. "No me erigiría en juez", dijo.
La obra de Müller y Pastior fue publicada en Alemania a través de la editorial Carl Hanser. El editor Michael Krger dijo al diario alemán "Sddeutsche Zeitung" que en el caso de Pastior siempre estaba de trasfondo el miedo "de que se hiciera pública su homosexualidad y sufriera represalias". Eso podría haberlo convertido en una víctima perfecta para ser extorsionado por Securitate.
De los documentos analizados por Sienerth se desprende que Pastior estuvo bajo una enorme presión. Mller conoció a su amigo de años en los '80 en Berlín.