La Semana de la Moda de Londres cambia la "locura" por la "sofisticación"

LONDRES.- La Semana de la Moda de Londres cerró este martes una edición considerada menos rompedora pero más sofisticada por los entendidos, marcada también por un nuevo escenario para los jóvenes talentos emergentes, un poco de desnudez y algún tropezón sonado.

El cuero y los colores vivos, incluso fluorescentes, son dos de las grandes tendencias que se desprenden de las 60 colecciones para la primavera verano de 2011 que se presentaron desde el pasado viernes en esta pasarela que, según sus organizadores, continúa mejorando de temporada a temporada.

El anticipado de desfile de Burberry Prorsum, fue el plato fuerte de la quinta jornada de esta cita que lucha por competir con las más influyentes y lucrativas Nueva York, Milán y París.

Para la redactora jefe de la edición británica de Vogue, Alejandra Shulman, la llegada hace un año de esta reconocida casa británica "ha subido el listón".

Londres es "más pertinente", explica. Ahora "es muy pulido, muy sofisticado. Ha perdido ese sentimiento de locura, y los diseños son novedosos", agregó.

La propuesta presentada por Christopher Bayley, diseñador de Burberry, está dominada por ajustadísimas cazadoras de cuero, algunas con parches acolchados, pinchos o tachuelas, otras con estampados de serpiente.

Las siluetas se suavizan con vestidos fluidos cortos de seda o gasa, adornados con volantes o drapeados, y bolsos y cinturones en colores vivos que van del amarillo canario al azul turquesa.

La propuesta, que incluye también nuevas versiones de la mítica gabardina en charol y en cuero, incluso plateado, es menos veraniega que de costumbre, esencialmente porque la marca la estaba vendiendo al mismo tiempo en exclusiva a clientes que seguían el desfile en directo en 25 tiendas de todo el mundo.

Los zapatos que lucían las modelos, de tacón de aguja y punta afilada, deberían ser difíciles de vender, pues dos de ellas tuvieron que quitárselos y otra se dio literalmente de bruces, ante la atónita mirada de invitados como la actriz Sarah Jessica Parker y la tenista Serena Williams.