Fogón electrónico

Paradojas de las organizaciones y los calendarios: La marca "Maquinaria", responsable de un arribo de visitas al hilo como no se veía desde el Pepsi Fest de 2009, dio inicio a la semana más rockera del año con un show que está en las antípodas de ese género. Sin grandes dosis de distorsiones, agitación o sudor, fue el dúo francés Air el encargado de mover la bandera para la seguidilla de conciertos que se extenderá hasta el miércoles 13, cuando en la misma Cúpula del Parque O'Higgins se presente Pixies.

Sin embargo, hay algo de verdad a medias en esto. Es cierto que Jean-Benoit Dunckel y Nicolas Godin no son los más encendidos MC del circuito, y que temas como "J'ai dormi sous l'eau" no pueden inspirar más que la contemplación, pero hacer la más que probable anticipación de una noche lánguida a partir de estos síntomas, no habría sido otra cosa que un injusto error.

La responsabilidad al respecto es compartida entre los músicos de Air y el público de turno, seguidores y conocedores de la agrupación, y que aglomerados en los escasos metros cuadrados del recinto saludaron al escenario con más adrenalina de la que cualquiera hubiera apostado.

Pero Dunckel y Godin también hicieron lo suyo, y en los rangos permitidos por una fórmula tan etérea e intimista como la que cultivan, supieron encontrar los espacios para lucir sus destrezas en teclados, guitarras y bajo, hasta configurar junto al baterista de apoyo un conjunto mucho más orgánico que el de la electrónica con que se los asocia.

Temas como "Love" (de su último disco Love 2), "Remember" (del lejano Moon safari) y pequeños clásicos como "Sexy boy", confirmaron esa tendencia, y ratificaron a Air —más allá de la amenaza de comerciales y happy hours— como un proyecto de trascendencia en su escena, capaz de encender, con una llama tenue, un cálido fogón.