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Rock que vuelve a arder

Este grupo ha atravesado el tiempo desde el rock independiente chileno de fines de los '90, siempre en equilibrio entre el sonido pesado y el hipnótico, y en 2010 retoman el ritmo. "Corre, respira, descansa", se llama una de sus primeras canciones. Ahora Yajaira está listo para correr de nuevo.

14 de Octubre de 2010 | 16:06 |

La frecuencia ha sido la misma durante los últimos cuatro años, desde que en 2006 este grupo entró en un receso casi completo luego de venir tocando y grabando discos a contar de 1995: es un solo día al año el elegido por Yajaira para volver a tocar en vivo, siempre hacia el final de la temporada, en una junta anual que ha funcionado en 2007, 2008 y 2009 y que hoy también se avecina. Pero en 2010 será diferente. La banda va a dar más de un solo concierto, en Santiago y Valparaíso (ver recuadro), y se prepara a grabar un disco nuevo por primera vez desde 2006.
 
Yajaira actuará el sábado 16 de octubre en el Bar Loreto en Santiago, y el sábado 30 en el bar La Cantera en Valparaíso, donde serán acompañados por los grupos Reino Ermitaño y Lisérgico respectivamente. En esas fechas volverán sobre música de los seis discos con que se han consolidado como una banda de rock capaz de sonar entre la distorsión más fuerte y el letargo eléctrico más volátil, desde Yajaira (1998), Lento y real (2000) y La ira de Dios (2002) hasta el compartido Hielo Negro Yajaira (2003), el compilado Sonidos ocultos 95-03 (2004) y Desolazion (2005).
 
En estas dos fechas venideras el grupo va a tocar canciones inéditas como "Vuelve a arder" y "En nombre de la razón", ya disponibles en su sitio en la red MySpace y destinadas a un séptimo disco que se aprestan a grabar. Es la alineación entre Miguel Ángel Montenegro (voz y bajo), Samuel Maquieira (voz y guitarra), Héctor Latapiat (guitarra) y Christian Mac Donald (batería), también conocidos como Comegato, Sam, Piri y Pimpón, quienes vuelven a su formación de cuarteto luego de las temporadas como trío en las que Piri dejó la guitarra de lado para hacerse cargo de la batería.
 
Yajaira tocó en 2007 el 1 de septiembre en el bar Mist, en 2008 el 10 de diciembre en un Bar Óxido atestado de seguidores en el barrio Bellavista y en 2009 la noche de Navidad otra vez en Mist y otra vez rebasado de público. "Esas maratónicas reuniones, de casi dos horas cada una, estuvieron repletas de gente", dice el bajista. "Recuerdo un intercambio de energía tremenda entre el público y la banda coreando los temas. El ambiente era una caldera, un verdadero sauna".
 
-¿Ha sido mejor tocar así, una vez al año no más, como vienen haciendo desde 2007? ¿Se transforma en un asunto más especial, para ustedes y para la gente que va a ver al grupo?
-Claro, las reuniones anuales fueron como un ritual que mantuvimos mientras la banda estuvo en receso desde 2006, además que todos estábamos concentrados en nuestras otras bandas en giras, grabaciones. Se dio naturalmente. Nunca programamos las reuniones anuales, no forzamos nada, todo ha sido en su momento y lugar en forma espontánea.

-Pero esta vez es diferente -anuncia Samuel Maquieira, el guitarrista-. La idea es tocar más regularmente, tratar de ir a regiones y con un nuevo disco bajo el brazo para el 2011.
 
-De hecho por primera vez en estos últimos cuatro años van a tocar también en Valparaíso. ¿Cómo ha sido para ustedes tocar en el puerto, qué diferencias tiene el público con Santiago?
-Hemos tocado muchas veces en el puerto, de hecho nuestro primer concierto como Yajaira, en 1995, fue en Valparaíso, allí tocamos en una plaza al lado del Congreso, en un festival universitario -se remonta Comegato-. Luego estuvimos tocando por allá regularmente. Sobre el público no veo gran diferencia, tal vez menos gente ya que Valpo es más pequeño.


-¿Cómo está sonando el grupo para ese próximo disco?
-Ya tenemos las canciones, ahora las estamos puliendo y haciendo las letras. Hemos grabado algunos demos para escuchar cómo va la cosa. En general está bien variado como es de costumbre en nuestros discos, un viaje por paisajes y ambientes que van desde la pesadez y distorsión máxima hasta momento muy hipnóticos y suaves.

-Las nuevas canciones han salido revisitando algunos de los últimos riffs que hicimos en la era de Desolazion y nuevo material de los ensayos de los últimos meses con Pimpón (el baterista) -agrega Maquieira-. Está sonando muy potente, al estilo La ira de Dios, pero en el 2010, con toda el agua que ha corrido desde 2006 hasta hoy.
 
-En el último disco que han hecho hasta ahora, Desolazión, Piri estaba tocando la batería. ¿Cómo es volver a tenerlo en la guitarra? ¿Qué diferencia hay entre ser parte del sonido de Yajaira como baterista y como guitarrista?
-Piri estuvo tocando la bateria en ese período, pero él siempre fue guitarrista -precisa Comegato-. Me imagino que ahora está mucho más cómodo en su instrumento. El sonido de Yajaira necesariamente es a dos guitarras, por peso y sonido expansivo, lo otro fue sólo circunstancial ya que nunca pudimos encontrar un baterista comprometido y que enganchara en el concepto de la banda. Por eso un tiempo tocamos como trío.
 
Algo en común entre los cuatro integrantes es que cada uno comparte a Yajaira con su pertenencia a otros grupos. Comegato es guitarrista y cantante del grupo de metal profundo Electrozombies; Maquieira integra los grupos rockeros y psicodélicos The Ganjas, The Versions y Trance Mission, Piri es guitarrista de la banda punk y metalera o crossover Horrorlove y Pimpón es baterista del trío de rock pesado Hielo Negro.
 
-¿Yajaira sigue siendo una necesidad distinta a pesar de tocar en cantidad de otros grupos?
-Para mí es algo distinto -dice el bajista-. Por ejemplo, en mi otra banda, Electrozombies, toco guitarra, y en Yajaira toco bajo. Que estemos tocando juntos nuevamente claro que es una necesidad de este tiempo y lugar.

-Obviamente Yajaira tiene su sonido propio y ésa es la gracia entre todos los proyectos que mencionas: ninguno se parece a los otros -diferencia Maquieira-. El sonido de Yajaira y de cada banda se produce por la mezcla resultante de los integrantes y eso es irrepetible. Las otras bandas nacen por la necesidad de buscar diferentes sonidos y maneras de hacer música.
 
-Mencionaban que está difícil llamar la atención en esta época llena de conciertos de grupos extranjeros. ¿Qué les parece esa invasión de festivales en estadios de fútbol y con entradas caras, les interesa?
-Es verdad que está saturado de megaeventos internacionales por estos días, pero nosotros atacamos y nos dirigimos más hacia el underground y a precios muchísimo más accesibles -distingue Comegato-. Personalmente de las megabandas que vienen la verdad ninguna me atrae mucho y jamás pagaría esos exageradísimos y desproporcionados precios.

-Encuentro buenísimo que vengan bandas extranjeras y amplíen el horizonte musical en Chile. Lo de los precios de las entradas lo encuentro un abuso que sectariza los conciertos y creo que los hace más inertes en cuanto al feedback con la gente -agrega el guitarrista-. Antes por algo estaba la cancha, barata, donde había que aperrar si querías estar cerca, lo que producía un fervor en el concierto y exigía a las bandas. Hoy la mayoría hace un concierto de rutina frente a pudientes aburridos en la "cancha vip".