Lifeson y Lee en plena sintonía rockera de alta exigencia. Rush se tomó su tiempo, tres horas exactas, para saldar una deuda con el devoto público chileno.
Cristián Soto L."Rash", dice la polera que tiene puesta esta noche de domingo Geddy Lee, tal vez un tributo a cómo se pronuncia en chileno el nombre de su grupo, Rush. "33", dice una de las guitarras de Alex Lifeson, sin duda un homenaje a los treinta y tres trabajadores que sobrevivieron a la Mina San José. "Es nuestro último show de esta gira", dice hacia el final del concierto Lee cuando ya termina esta jornada de 17 de octubre de 2010 en el Estadio Nacional, y por detalles como esos queda la impresión de que incluso en un concierto programado hasta en su más mínimo detalle hay espacio para detalles únicos.
Pero no es cuestión de exagerar con la espontaneidad. La gira "Time machine" de la banda de rock canadiense Rush se ajusta al pie de la letra a un libreto minucioso e inmutable en todos los sentidos: en la precisión impresionante con que el trío entre Geddy Lee (voz, bajo y teclados), Alex Lifeson (guitarra y coros) y Neil Peart (batería) toca cada una de las millones de notas que caben en tres horas exactas de show, en una puesta en escena imponente de sonido, iluminación, efectos y proyecciones visuales, y en el repertorio monumental de 25 canciones, un solo de batería y un disco completo tocado en vivo en medio del show, una virtual antología en vivo de trece de los veinte discos que este grupo ha grabado desde 1974.
Rush es un grupo que tiene noción del tiempo, y entre las animaciones visuales proyectadas en tres pantallas gigantes aquí hay una calendario que va indicando el año al que se remonta el concierto en tal o cual canción. Al menos en Chile este banda ha tenido cuatro hits razonables en la radio, en este orden "Closer to the heart" (1977), "The spirit of radio" (1980), "Tom Sawyer" (1981) y "Time stand still" (1987), y en vivo parten quemando dos de esos cuatro. Pero de todos modos el del Nacional esta noche es un público de discos completos, no sólo de singles: 45 mil personas ávidas de ver a Rush por primera vez en sus vidas.
Por varias razones Rush no es un grupo como los otros. Es una banda capaz de iniciar su historia en un género musical, como casi todas, pero de desarrollar un estilo propio dentro de ese género, como pocas. En su caso ese género es el rock progresivo, y hay evidencias claras de su estilo propio dentro de ese género amplio cuando hacia el final del concierto eligen tocar pegadas dos pistas de un disco temprano como 2112 (1976) y luego una canción de 2007 como "Far cry", y se nota cómo ha pasado el tiempo, entre esas dos muestras iniciales de rock progresivo genérico con todas las señas de rigor –larga duración, subdivisión en muchas partes, ejecución exigente– y una canción con identidad más propia.
No sólo tiene que ver con que Rush haya estado tocando en bares desde 1968, porque muchas bandas pueden permanecer toda su vida en una misma cuerda. Tiene que ver sobre todo con que estos hombres manejan una diversidad de condiciones, y en ese sentido el guitarrista y el baterista dan un paso al frente. Peart, por ejemplo: son impactantes las tomas aéreas que muestran cómo la batería rodea por completo a Neil Peart, siempre impasible y capaz de desplegar un pulso metronómico y una técnica matemática, pero al mismo un interés no sólo en el ritmo apenas tiene la ocasión de hacer un solo, que va a consistir en diez minutos exactos de redobles mezclados con armonías y melodías disparadas desde su batería electrónica adicional.
Esa versatilidad unida a su durabilidad han permitido a Rush apelar a distintos públicos. Esta noche deja en la retina de los asistentes imágenes que pueden ir desde el encuadre de esas bandas de rock que aparecían en vivo en el setentero programa "The midnight special" hasta la ocasión de escuchar en directo un hit tan FM y ochentero como "Time stand still" para una generación que estaba escuchando pop en la radio. Rush tiene muchas entradas posibles. Lifeson, por ejemplo: el guitarrista es clave en disparar al trío en distintas direcciones. No sólo tiene muchos modelos de guitarra. Además tiene muchos recursos para usarlas, y con ellas interna al grupo por el rock progresivo, el rock pesado y el pop, a veces en una misma canción, iniciada con un riff rockero y continuada con una serie de acordes en las estrofas.
Es la razón por la que Rush fue un grupo único en probar que era posible cruzar entre géneros y públicos en la música rock cuando no se usaba, y cuando el rock estaba mucho más clasificado que hoy. Es la razón por la cual entre el público esta noche hay gente con camisetas que tienen estampados de una banda metalera como Metallica hasta de una progresiva como Pink Floyd y gente que ya no usa polera y que vino con abundancia de camisas de adulto joven o adulto maduro. Rush es el único grupo que en su momento era escuchado por público de gustos metaleros, progresivos y hasta new wave en los ’80. Hasta el baterista de la fundamental banda de rock independiente Pixies no sólo ha admitido ser fan de Rush, sino que salió a tocar con una polera de este grupo unos días antes en el concierto de su banda en Santiago.
Es cierto que esta música jamás deja de ser rock de alta precisión, de composiciones extensas y compases asimétricos todo el tiempo. Pero esa caricatura de rockeros bobos progresivos no va con Rush porque, al revés de gente como Yes, Genesis o los referentes del rock sinfónico, este grupo nunca se aleja del todo de la canción. Y no es sólo virtuosismo ni mucho menos, de hecho la técnica de Geddy Lee en su mano derecha como bajista es un atentado a cualquier técnica, basada casi siempre en un solo dedo. Y tampoco es sólo contemplación de parte de la gente: el público canta como himnos de barra brava las melodías de la guitarra, y como no pueden –porque nadie puede– cantar en un tono tan agudo como el de Lee, la gente las grita mientras el vocalista canta. Y esta gente no baila: salta. "Ahora cabro, a saltar", es la consigna en un par de canciones.
Hay cosas de vieja guardia en un concierto así. Una es el hecho de que Lee toque un bajo de cuatro cuerdas, ahora que cualquiera ha incrementado hasta en el doble esa cantidad. Otra es el culto por "tocar", por ejecutar "de verdad" cada nota que suena: es el mismo bajista el que a menudo tocar un teclado Roland X7 y utiliza un par de pedaleras para tocar líneas de bajo y acordes con los pies. Y otra es la aparición esporádica de dos personas disfrazadas de gorila y de hot-dog, personajes que a estas alturas se asocian a cumpleaños infantiles o a repartición de volantes callejeros que a un concierto de rock, pero eso es también parte del estilo. En tres horas de reloj Rush puso al día a su público chileno con una demoledora máquina del tiempo.
El repertorio y la estadística
Trece de los veinte discos que Rush suma entre 1974 y 2011, fecha de estreno prevista para su venidero Clockworks & angels, quedaron representados en vivo en esta gira. Entre ellos, los más recurrentes son Moving pictures (1981), que es recreado completo con sus siete canciones, y el reciente Snake & arrows (2007), con tres. Más atrás con dos canciones figuran 2112 (1976), Permanent waves (1980), Counterparts (1993) y el citado Clockworks & angels (1993), y con una se hacen presentes el LP debut Rush (1974), A farewell to kings (1977), Hemispheres (1978), Signals (1982), Power windows (1985), Hold your fire (1987) y Presto (1989). El siguiente es el repertorio en vivo de Rush en 2010:
Primera parte:
1. "The spirit of radio" (de Permanent waves, 1980).
2. "Time stand still" (de Hold your fire, 1987).
3. "Presto" (de Presto, 1989).
4. "Stick it out" (de Counterparts, 1993).
5. "Workin' them angels" (de Snakes & arrows, 2007).
6. "Leave that thing alone", instrumental (de Counterparts, 1993).
7. "Faithless" (de Snakes & arrows, 2007).
8. "Brought up to believe" (del todavía inédito Clockwork angels, 2011).
9. "Freewill" (de Permanent waves, 1980).
10. "Marathon" (de Power windows, 1985).
11. "Subdivisions" (de Signals, 1974).
Segunda parte:
12. "Tom Sawyer" (de Moving pictures, 1981).
13. "Red Barchetta" (de Moving pictures, 1981).
14. "YYZ" (de Moving pictures, 1981).
15. "Limelight" (de Moving pictures, 1981).
16. "The camera eye" (de Moving pictures, 1981).
17. "Witch hunt" (de Moving pictures, 1981).
18. "Vital signs" (de Moving pictures, 1981).
19. "Caravan" (de Clockwork angels, 2011).
20. "Closer to the heart" (de A farewell to kings, 1977).
21. "Part I: Overture" (de 2112, 1976).
22. "Part II: The temples of syrinx" (de 2112, 1976).
23. "Far cry" (de Snakes & arrows, 2007).
Bis:
24. "La Villa Strangiato" (de Hemispheres, 1978).
25. "Working man" (de Rush, 1974).