MANILA, Filipinas.- La policía filipina hoy dispuso cargos por homicidio contra un vigilante de una villa del país, que supuestamente
le disparó a un actor enmascarado, a quien confundió por un verdadero criminal durante el rodaje de una película.
El guardia Eddie Cuizon le dijo a los investigadores que estaba patrullando su barrio en la ciudad de Cebu buscando hombres armados, cuando intentó confrontar a dos hombres enmascarados en una motocicleta y decidió disparar cuando escaparon en la motocicleta, sin saber que se trataba de actores.
El investigador de la policía Roger Nedamo dijo que Cuizon es acusado de homicidio y de violar la prohibición de armas, por la muerte del actor Kirk Abella, de 32 años.
La prohibición de armas regía debido a una elección loca. Normalmente, los vigilantes no están autorizados para portar armas en Filipinas, donde hay muchos asesinatos callejeros, incluyendo algunos apuntados a activistas políticos y periodistas, que son perpetrados por tiradores montados en motocicletas.
Abella precisamente estaba interpretando a uno de estos vigilantes en la película de bajo presupuesto "Going Somewhere", del director británico de cine y teatro Alan Lyddiard.
Docenas de personas que veían el rodaje el sábado pensaron que el disparo que escucharon era parte de la película, dijo el jefe de la policía del distrito de Parian, Alexis Relado.
El asistente filipino de Lyddiard, Beverly Tanedo, dijo a través de un mensaje de texto a la agencia AP que estaban "perplejos porque ocurrió, habiendo tomado las precauciones necesarias y pedido ayuda a la policía para la seguridad".
"Nuestra preocupación inmediata es ayudar a la familia de Kirk a superar esto", afirmó, añadiendo que estaban asistiendo a los familiares para contratar abogados. La asistente no respondió sobre los planes para continuar la película.
La asistente de la fiscalía Noel Sellona, quien revisará el informe de la policía antes de decidir si presentar el caso en la corte, dijo que la familia quería que Cuizon fuese acusado de asesinato en vez de homicidio, un crimen más leve que puede significarle hasta 20 años de prisión.
Pero la policía decidió por cargos de homicidio, tras determinar que los disparos no fueron premeditados.
"No fue planeado. Fue completamente una estupidez", dijo el investigador de la policía Nedamo.
Victor Sablada, quien interpretaba al conductor de la motocicleta, dijo que Cuizon se presentó como un oficial de la policía. "Yo le dije, 'Simplemente estamos filmando'", recordó.
Sablada dijo que mientras aceleraba la motocicleta y comenzaba a moverse, Cuizon saltó al asiento detrás de Abella y le disparó por detrás. Cuizon cayó de la motocicleta y Abella, mortalmente herido, cayó al suelo y su cuerpo golpeó un poste de luz.
Cuizon, de 52 años, le dijo a la policía que un ciudadano preocupado le alertó que había visto hombres armados rondando el barrio. Algunos "vigilantes" voluntarios ayudan usualmente a la policía a mantener la paz y patrullar las calles. Normalmente están armados sólo con bastones y no deberían portar armas de fuego.
Abella fue declarado muerto antes de arribar al hospital. Tras darse cuenta de lo sucedido, Cuizon se entregó a la policía. Se encontraba con remordimientos y quiso que la familia de Abella lo perdonara, comentó Relado.
