Con una importante historia como director asistente en Sao Paulo, Víctor Hugo Toro se encuentra hoy trabajando en Uruguay.
El MercurioSANTIAGO.- Será el "estreno mundial" o "estreno absoluto" de "Celosiástika I": las expresiones que utilizan los compositores e intérpretes cuando se toca por primera vez una pieza. En este caso es la obra sinfónica del compositor chileno Santiago Vera-Rivera.
La Orquesta Sinfónica de la Universidad de La Serena, encargada de estrenar la pieza tendrá al frente al joven director chileno Víctor Hugo Toro, quien arriba desde Uruguay para dirigir el concierto del próximo viernes 12 de noviembre, en el Teatro Municipal serenense.
El director chileno de 34 años se encuentra trabajando como director principal de la Orquesta Sinfónica del Servicio Oficial de Difusión Radiotelevisión y Espectáculos (Sodre), en Uruguay.
Magnitud constante y fuerza vital
"Celosiástika I" es la primera obra de un ciclo de tres, escrita por Vera-Rivera en el primer semestre de 2010. Se trata de un encargo del propio Víctor Hugo Toro, a quien está dedicada (escrita para sus propiedades musicales) por el compositor.
Según su autor, el nombre de la obra "es una simbiosis de un tramado que impide ver, pero sin embargo deja penetrar la luz, el aire y el agua", y que incluye dos conceptos básicos: “magnitud constante y fuerza vital o Ka (idea de la cultura egipcia antigua)".
Vera-Rivera ha empleado con anterioridad esta denominación para sus diversos ciclos musicales en el pentagrama. El subtítulo de "universus", "sugiere una totalidad del espacio-tiempo de todas las formas de la materia, en este caso, de todos los parámetros del sonido-ruido, del movimiento y del background teórico que las gobierna", apunta.
Santiago Vera-Rivera, nacido en 1950, ha destacado por su labor como profesor e investigador, tras completar sus estudios musicales con los maestros Carlos Botto, Alfonso Letelier, Juan Lémann, Juan Amenábar y Cirilo Vila.
Tiene un catálogo de obras compuesto por 108 originales y 43 arreglos diversos para todos los géneros musicales, exceptuando la ópera. Pero más determinantemente ha sido uno de los gestores principales en el registro fonográfico de la música chilena de concierto tras la creación y proyección del sello SVR.