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Colombiano Antonio Ungar gana el prestigioso premio Herralde con thriller político

"Tres ataúdes blancos" narra la historia de un hombre común que por error debe suplantar a un líder político, en un estado imaginario que tiene "un poco de cada de uno de los países sudamericanos", según el autor.

08 de Noviembre de 2010 | 12:12 | EFE
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Antonio Ungar está radicado en Israel. Desde allí observa la realidad latinoamericana.

EFE

BARCELONA.- La obra "Tres ataúdes blancos" del escritor colombiano Antonio Ungar, un thriller bizarro con trasfondo político en un imaginario país latinoamericano, ganó la XXVIII edición del Premio Herralde de novela, que concede la editorial Anagrama y que está dotado con 25.000 dólares.

La obra de este joven escritor, que reside en la localidad de Jaffa, en Tel Aviv, narra las vicisitudes de un ciudadano de a pie, "absolutamente tímido", que por un error se ve forzado a suplantar al líder de un partido político.

Esa circunstancia le lleva a vivir una serie de aventuras inverosímiles para intentar acabar con el régimen totalitario de Miranda, un Estado que tiene "un poco de cada de uno de los países sudamericanos", explicó hoy el autor tras hacerse público el fallo del premio.

Ungar (Bogotá, 1974) define "Tres ataúdes blancos" como una farsa con un gran componente de humor negro, entroncada en parte con otras "novelas de dictador", como las de su compatriota Gabriel García Márquez, autor que siempre ha leído como si fuera un clásico, "un escritor muerto".

El primer colombiano que gana el Herralde señaló que su novela refleja cómo la ciudadanía normal de estos países se relaciona con la política.

"La realidad es tan desbordante que no me he tenido que inventar nada, he sacado eventos tomados del día a día; en Colombia o Perú ocurren algunas cosas que como material literario resultan excesivas", afirmó el escritor, que define al dictador de su obra como un político de corbata y cuello blanco, elegido democráticamente, pero igualmente tirano.

El thriller absurdo —"todos quieren matar al protagonista, tanto sus compañeros como la oposición"— viene acompañado por una historia de amor que sirve de hilo conductor, pero igualmente tamizada por el humor.

Ungar es aficionado a la literatura norteamericana y cree que en la confección de esta novela le han influido más algunas películas y canciones, además de lo que oye en la calle, más que un canon literario concreto.

Además, apuntó el sentido del humor como uno de los elementos básicos presentes en la cultura de su país: "Tras una matanza, esa misma tarde ya hay un chiste. Reírse de lo trágico es algo muy colombiano, hay algo que conecta la risa y la muerte", aseguró Ungar.

El escritor, que lleva muchos años fuera de su país, es muy crítico con los gobernantes de Colombia y la vecina Venezuela. "Chávez es un líder populista que se vende como izquierda, y que está confirmando todos los tópicos de la derecha sobre la izquierda", señaló el novelista.

Ungar colabora para diversos medios escritos desde su residencia en Jaffa, donde está preparando otra novela sobre una secta que se ubica entre Brasil y Alemania, y no descarta escribir sobre los territorios ocupados, "aunque es muy complicado hacerlo sin ser de allí", reconoció el autor, que lamentó la censura implantada hoy en día en Israel.

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