Itzhak Perlman y su inseparable violín, durante la presentación que realizó esta noche en Chile.
Patricio Ulloa, El Mercurio
SANTIAGO.- Apenas salió a escena y tomó su violín de más de trescientos años, el cálido rostro del músico estadounidense-israelí Itzhak Perlman cobró tantas formas como sensaciones expresaba la música que interpretó.
Un total de 10 mil personas asistieron en una fría noche al escenario emplazado en el Parque Bicentenario, para presenciar la primera visita del eximio intérprete a Chile, junto a la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de Praga, dirigida por Nic Raine.
Perlman quiso jugar con el público y decidió reordenar el repertorio a su gusto, abriendo su participación con un arreglo para violín de "Out of Africa", para luego pasar por "Cinema Paradiso", "Casablanca" y "Perfume de mujer". Entremedio estuvieron los puntos altos, una sentida interpretación de "La lista de Schindler" y un vistazo a su elogiado virtuosismo en "Far and Away", ambas piezas de John Williams.
Pese a que la baja temperatura en el sector, sumado a problemas de sonido, enfriaron al público en su reacción, Perlman mantuvo firme su calidez en cada una de sus intervenciones.
Luego del intermedio, la orquesta tuvo la compleja misión de continuar el concierto sin su principal invitado en escena. La agrupación checa, considerada una de las más especializadas en la música de cine, cumplió con sus credenciales entregando con oficio y energía un repertorio principalmente dedicado a Williams y algunas de sus más célebres obras, desde "La guerra de las galaxias" a "Indiana Jones".
Al final del espectáculo, la orquesta sorprendió con dos piezas fuera de programa, "Austin Powers" y el tema de "Peter Gunn", lo que por fin soltó las manos del público para entregar un fuerte aplauso a la orquesta que mañana volverá a presentarse en el mismo escenario junto a Perlman.