Till Linderman mete miedo. El vocalista de Rammstein dejó su marca vocal y visual ante unas 20 mil personas en La Florida.
Felipe GonzálezPara algunos será el mejor show del año. Para otros, uno demasiado corto, aunque duró casi dos horas. Lo cierto es que la presentación de Rammstein en Chile no decepcionó a nadie, pese a que muchos quedaron algo asustados, desde que los músicos aparecieron en el escenario pasadas las 21:30 horas.
Y es que estos alemanes combinan a la perfección el sonido metal e industrial -con innegable apetito pop, por algo suenan en las radios- y, a la vez, reafirman el carácter espectacular de los recitales de rock.
Sí, porque más que la música, es la propuesta estética de Rammstein lo que provoca fascinación e incluso cierto temor reverencial. Quizás es la dureza del alemán con que canta Till Linderman, el vocalista. O tal vez su efectiva puesta en escena que le debe mucho a la escuela del shock, desde Alice Cooper hasta Gwar.
Así, las explosiones, fuegos, referencias sexuales y pirotecnia fueron claves. La banda aprovechó de promocionar su último disco Liebe ist für alle da editado el año pasado.