Director de Timbre 4 habla de la obra con que regresará a Santiago a Mil en 2011

BARCELONA.- El actor, dramaturgo y director teatral argentino Claudio Tolcachir, hizo una defensa de su método de trabajo, que consiste en "escribir una comedia, pero ensayarla como una tragedia, para tener como resultado una obra que es vista desde el absurdo", según explica.

El director —uno de los que más aplausos ha cosechado en sus pasos por Santiago a Mil— estrena mañana en España su tercera obra, "El viento en un violín", en el que trastoca su método habitual: Este planteamiento da un resultado "mucho mejor que si se escribe una comedia y se ensaya como una comedia".

En "El viento en un violín", Tolcachir continúa explorando el tema de los conflictos sociales y la familia, que ya apuntó en sus dos obras anteriores: "La omisión de la familia Coleman" (2007) y "Tercer cuerpo" (2009).

Sobre el montaje, que se estrena mañana en el Festival Temporada Alta de Girona, Tolcachir ha aclarado que no tiene una preocupación especial por la familia, pero estima que "es el circuito social primario, en el que se puede hablar de todo: Allí se descubren los éxitos, los fracasos, las pérdidas".

El director y autor ha comentado que "ésta es una historia distinta de las dos anteriores", ya que "tiene un final bastante más esperanzador que 'Coleman', en el sentido de una nueva construcción de familia".

En esa línea, califica su tercer montaje como una "obra de amor, de amor desesperado y de amor seguramente incapaz", en el que se cruzan dos historias: "la de dos chicas de clase humilde, enamoradas entre sí, y con un gran deseo de poder tener un hijo juntas; y la de una familia con bastantes posibilidades, en la que el hijo no encuentra el rumbo, está gravemente desorientado, y su madre, que lo adora, es capaz de hacer cualquier cosa para conseguir su felicidad".

En esa trama de intereses, según Tolcachir, "la finalidad que buscan (los personajes) es lo más bello, la felicidad, pero los medios para llegar a ella, son los peores".

Tolcachir considera que la lectura que se puede hacer de esta obra es que "gente que está fuera del sistema social, puede llegar a construir una nueva red de compromisos, una nueva red afectiva".

"El viento en un violín", que se estrenó por primera vez hace unas semanas en París, ha supuesto para Tolcachir "un feliz reencuentro" con los mismos actores con los que trabajó en "La omisión de la familia Coleman", una obra que ya lleva más de mil funciones.

En la nueva obra "utilizamos más la luz, el espacio y la música, elementos que habíamos dejado fuera en las otras obras", ha dicho.

Aunque inicialmente no buscó para la obra un "tema candente", las coincidencias quisieron que el proceso de escritura de la obra coincidiera en Argentina con el debate y aprobación de la ley de matrimonio igualitario, por lo que pasó a primer plano el planteamiento de que dos mujeres pudieran tener o adoptar hijos.

Sin embargo, Tolcachir cree que "el centro de la obra no es el tema de los hijos en los matrimonios homosexuales, sino que tiene que ver más con la sociedad argentina que surgió después de haber vivido la gran crisis, tras la cual se empezó a construir una nueva que aceptó lo que éramos: Latinoamérica, Tercer Mundo; y eso convierte a la obra en una historia de amor y de aceptación".

Para escribir sus obras, Tolcachir, que trabaja "por impulsos" a partir de una "imagen inspiradora", busca siempre que los personajes le conmuevan, y por eso, argumenta, éstos "suelen estar fuera del paradigma, del sistema".

El título tan poético de la obra evoca una imagen de su infancia, cuando llenaba de cosas el violín de su hermano, pero, sobre todo, responde a una imagen que le conmueve mucho: "El aire en un lugar al que nadie accede".

Al igual que "Tercer cuerpo", "El viento en un violín" fue coproducida por la Fundación Teatro a Mil, lo que confirma su participación en el Festival Santiago a Mil de enero próximo y su paso por las salas chilenas con nuevas presentaciones o una temporada en 2011.