EMOLTV

Clásicos de hoy

El grupo de Scott Weiland suprimió su borde más pop y radial para adentrarse en un paseo por las diferentes edades del rock. Un objetivo algo grandilocuente, pero al que no desmerecen.

08 de Diciembre de 2010 | 00:48 |
imagen
Héctor Flores, El Mercurio

La etiqueta de "deuda pendiente" no tiene que ver sólo con la ecuación entre cantidad de tiempo sin ir y fans que un artista tiene en determinado lugar. Hay una ansiedad que se respira en el ambiente cuando la ocasión de verlos en vivo se presenta, y eso es lo que generaron la noche de martes los norteamericanos Stone Temple Pilots.


Después de la popularidad alcanzada como el último eslabón del grunge, el grupo que lidera el antes polémico Scott Weiland terminó de demostrar que dicha etiqueta (tan generacional como musical) desmerece las intenciones y alcances de su obra, anclada en una visión mucho más global del rock and roll.


Porque la propuesta del grupo no se agota en una mirada (a estas alturas) nostálgica de los 90, ni en la cosecha de siembras pasadas, sino en un recorrido que pretende recoger de todo el rock aquello que resulte más funcional a sus objetivos, desde hoy y hasta los 70. El cover de "Dancing days", de Led Zeppelin, puede ser la muestra más elocuente de ello, pero no la única: La psicodelia y sonoridad clásica de temas tan recientes como "Huckleberry crumble" y "Hickory dichotomy" (incluidos en su álbum homónimo de 2010) lo evidencian aun con más claridad.


Los aires lisérgicos de "Still remains", las tonalidades blues con que visten "Big empty" y la pesadez de "Sex type thing", los hacen navegar por similares aguas, al igual que el permiso para omitir hitos como "Creep" y "Lady picture show", mucho más calmos y "pop" que el promedio de su repertorio.


Pueden deteriorar en algo éxitos como "Plush" con el excesivo ímpetu de Dean DeLeo en la guitarra, o "Trippin' on a hole in a paper heart" con su ritmo ralentado, pero en el saldo general los Stone Temple Pilots demuestran ser una banda de rock clásica, de ésas que no necesitan más que cuatro engranajes para recubrir la totalidad de sus necesidades.


El calificativo funciona, aunque hayan pasado (sólo) 15 años desde su apogeo, que aún quede juventud en el sobreexigido cuerpo de Weiland —quien se mueve por el escenario como si estuviera en una pista de patinaje—, y aunque editen discos que todavía tienen mucho que decir. Lo de Stone Temple Pilots puede tener fecha de elaboración reciente, pero suena a clásico vivo. Y tal vez eso ya los pueda transformar en tales.

EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?