Lucky Buzzio tras eliminación de "Año 0": "No sé por qué me decían vieja cahuinera"

SANTIAGO.- En el último duelo de eliminación en "Año 0" se enfrentaron cara a cara el trasandino Lucky Buzzio y Pangal Andrade, quien tras una reñida competición, se alzó con la victoria y aseguró su permanencia en el recinto de Calera de Tango, dejando a su rival masticando la derrota.

Durante su estadía, el personal trainer desarrolló una reputación de "vieja cahuinera", debido a sus constantes chismes y cizaña referentes a otros integrantes del programa. Según él, "no son cahuines, sino que movimientos de piezas, era todo parte de la estrategia", dice a Emol.

Buzzio considera que su salida es una gran pérdida para el programa porque "yo ponía chispa, comentarios chistosos, chismes, cosas que el resto no hacía", cuenta. "Ojalá que me extrañen", asevera.

El argentino cree que perdió porque "estaba mentalizado en mi familia y mis hijas" y asegura que eso no le permitió dedicarse totalmente a la prueba que tenía en frente, pese a que él mismo convenció al resto para decidir quién fuese su contrincante. "Es que si me voy a la pelea, me voy contra el león grande, no contra un cabrito", explica.

El ex luchador dice que su competitividad lo hizo optar por enfrentarse al rival más fuerte y no a uno que se perfilaba casi como un trámite, como se creía era el italiano Gabriele Benni, con el cual además tiene una fracturada relación, luego de que quisiera nominarlo para que fuera él quien tuviese que competir.

"La gente no es tonta, ya han visto que le he pedido perdón. Si un amigo se te acerca con lágrimas en los ojos tienes que perdonarlo. No sé por qué nunca me perdonó", cuenta.

Según Buzzio, quien inició sus problemas con Benni fue Pangal, quien habló con el italiano antes que él tuviese la oportunidad de explicarle sus acciones. "Él se me adelantó y me dejó la cagada", dice.

El trasandino no se cierra a la oportunidad de volver a entrar al reality en caso de un eventual repechaje, pero dice que sólo lo hará si es que es por votación popular. "Si el público me quiere volver a ver, yo entro, pero no lo hago porque me lo pida la producción", argumenta.