La transformación de O'Connor a través de los años es evidente. Muchos la critican, pero a ella le da lo mismo.
AgenciasSANTIAGO.- Desde sus inicios como cantante a comienzos de los noventa, la irlandesa Sinead O'Connor intentó ser valorada por su talento y no por su belleza. Rapó su cabeza y se vistió de forma sencilla para no llamar la atención, pero de todos modos era considerada una de las mujeres más bellas de la música.
Los años pasaron y O´Connor descuidó su figura, algo que para ella fue bueno, pues logró que el público dejase de verla como una musa.
Hacia el 2005, la intérprete de "Nothing Compares 2 You" lucía muy diferente a sus años de éxito en los noventa. Había ganado peso y hacía gala de su una personalidad fuerte y un tanto intolerante, pero que no influía en su desarrollo como cantante y en su éxito musical en Europa.
Pese a que la prensa y el público se acostumbró a verla como una artista seria, no superficial y despreocupada por su aspecto, el fin de semana sorprendió durante un concierto en Inglaterra con una notoria alza de peso y un look que, según medios ingleses, la hacía "parecer" Susan Boyle.
El aspecto de O’Connor fue ampliamente comentado por la prensa. Algunos afirmaron que se veía bien con una "melena angelical a lo Boyle", pero la mayoría afirmó que a sus 44 años debe empezar a preocuparse más de su salud y cuerpo. El abanico de opiniones fue amplio, pero sólo una cosa permanece invariable: a la irlandesa no le importa.